«La familia y el colegio deben ir de la mano a la hora de enseñar»

María José Martínez Lozano. Directora del CEIP San Antonio

La Verdad, JUAN LUIS VIVAS , 29-05-2017

El colegio San Antonio, de Molina de Segura, cumple medio siglo. María José Martínez Lozano lleva casi una década como directora y admite que es «incalculable» determinar el número de alumnos, e incluso de profesores, que han pasado por este centro docente, uno de los más antiguos del municipio. Hace unos días celebraron un encuentro por el aniversario, que reunió a los actuales 400 alumnos y a sus 36 profesores.

- ¿San Antonio es el colegio más antiguo de Molina de Segura?

- El edificio sí, ya que hay otros colegios, como el Consolación, que también son muy antiguos, pero cambiaron de edificio.

- Lleva nueve años como directora, ¿cómo ha evolucionado su labor?

- La principal función es conocer la ley y hacerla cumplir. Además, tienes que ser gestor, mediador de conflictos. Hay que diversificar los recursos y plantear nuevos métodos de trabajo, además de liderar. Ahora también hay que ser mediador social.

- ¿Por qué decide ser maestra?

- La labor del docente es social y debe ser vocacional. Es fácil saber si te gusta ya en el primer año, nada más realizar las prácticas. Aunque también estudié psicopedagogía, en este caso no hay trato directo con el alumno y por ello me decanté por la profesión de maestra. Me encanta mi trabajo, y no lo cambiaría por nada del mundo.

- ¿También aprende usted de los alumnos?

- ¡Todos los días se aprende algo! Además, ningún curso se parece a otro. Tenemos muchas familias que, a nivel social, lo están pasando mal por la situación económica y, sin embargo, siempre les queda el afán de continuar y no les falta una sonrisa. Si miras lo que tienes a tu alrededor, piensas que se puede aprender de este niño o de esta familia. Deberíamos tener más humildad y eso está muy presente en un centro público

- ¿Qué puede hacer un colegio cuando se presentan estas situaciones desfavorables?

- El colegio se convierte en un agente social, sobre todo en los tres o cuatro últimos años, aunque siempre lo hemos hecho. Hay que mediar con agentes externos, como Servicios Sociales, el equipo de orientación e, incluso, la Plataforma de la Inmigración ha colaborado con nosotros. Es una labor nueva, pero te encuentras con profesionales muy buenos que están ofreciendo su apoyo a estas familias.

- ¿Cómo ha influido el aumento de niños procedentes de otras nacionalidades?

- Ha habido un aumento de niños de otras nacionalidades, especialmente en Educación Infantil. Creo que es una experiencia bonita, sin olvidar el principio de normalización, integración y socialización, que son básicos en una ley de Educación. Si dejan de estar presentes estos principios, tenemos un problema y es cuando la Administración debe plantearse por dónde seguir y qué cambios se pueden hacer. Creo que es lo mejor porque los niños crecen entre el respeto y en igualdad. Un niño de tres años no tiene la maldad de discriminar por el color de la piel.

- ¿Ha cambiado mucho la relación del profesor con el alumno y las familias?

- Antes había más distancia con el profesor, todos eran don, y ahora hay más cercanía. Creo que es bueno. En mi opinión, escuela y familia deben ir de la mano en la educación de los niños. La familia debe trabajar la socialización, los valores, el respeto y las normas, mientras que el colegio debe reforzarlas. A veces, hay familias que delegan la educación en el colegio. Hay que tener en cuenta que un niño pasa 25 o 27 horas a la semana en el centro, pero la mayor parte del tiempo están en sus casas. La educación es misión de todos. Cuando la familia y el colegio no van de la mano, algo está fallando.

- ¿De qué manera está incidiendo la incorporación de recursos digitales en la escuela?

- La escuela ha cambiado bastante y creo que es bueno porque los recursos digitales hacen que las aulas sean más dinamizadoras. En casa, el uso de recursos digitales es una fuente inmediata para ampliar conocimientos; pero lo que se utiliza sin control en edades tempranas de tres a doce años es donde está el miedo y entran otros problemas.

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