La persecución política, la falta de oportunidades y el hambre son algunas de las realidades, históricas y presentes, que confluyen en el concepto de éxodo y que analizará en Valladolid la producción escénica “Fuegos”, estreno absoluto en el Festival Internacional de Teatro y Artes de Calles (TAC).

“Es un grito y un llanto” al mismo tiempo, ha analizado esta mañana en una rueda de prensa Nina Reglero, directora de “Fuegos”, una producción del Teatro Calderón de Valladolid dentro del proyecto de investigación de dramaturgia que, con el lema de La Nave, desarrolla este escenario desde hace tres años con los jóvenes creadores como protagonistas.

Han sido cincuenta y cinco jóvenes, con edades comprendidas entre los 16 y 25 años, quienes han ideado y redactado el guión de esta reflexión intergeneracional que resume “un proyecto complejo y vivo a cada segundo”, de ahí la dificultad, por una parte, y el reto que supone la dirección de este montaje que se verá el 27 de mayo dentro de la sección Estación del Norte.

Todos ellos “se ven en ese futuro de tener que marcharse de su ciudad” ante la falta de oportunidades y también se han estremecido con otros dramas que no conocían como el de los exiliados españoles, perdedores de la Guerra Civil (1936-1939), que salieron del país hacia dos focos principales, Méjico en América y Rusia en Europa.

Junto a esta dimensión histórica, “Fuegos” no olvida al refugiado del siglo XXI, representado en la población civil que durante los últimos años ha tenido que huir de Siria a causa de la guerra, y que en la obra testimonia una joven afectada e improvisada actriz, una palestina acogida en Salamanca donde estudia formación audiovisual.

Todo el montaje rezuma “un grito contra el odio que se transmite de generación en generación” mediante “una voz ácida que nos hiere” y concierne al espectador, ha apostillado Reglero.

Por otra parte, El TAC acogerá mañana en su sección Oficial a la compañía francesa Blick Théatre con “Hullu”, título que toma su nombre de la palabra finlandesa que significa locura, como epicentro de la trama sin palabras que protagonizan dos hombres y una mujer, “sin texto, sin palabras, con gestos para insinuar situaciones extremas en algunos casos”, ha resaltado en la misma rueda de prensa la productora Isabel Lorente.

“Es una producción complicada porque esconde más de lo que enseña” y obliga al espectador a una concentración especial para desentrañar el afán de los dos personajes masculinos de integrar e implicar al femenino, de desentrañar su imaginario.

Además de los protagonistas, las marionetas desempeñarán un papel esencial en este recorrido que mezcla personajes reales y de ficción, ha concluido.