«Es la Unión Europea la que lanza dudas sobre si quiere a Turquía como miembro»
El diplomático defiende el referéndum por el que el presidente Erdogan ve aumentados sus poderes y niega que el proceso deje un país divididoÖmer Öhnhon Embajador de Turquía
Diario Sur, , 22-05-2017Ömer Öhnhon, el embajador turco en España, aborda la convulsa relación con Europa, el reciente referéndum que convertirá a la república otomana en un cuestionado sistema presidencial, la larga estela del fallido golpe del 15 de julio, el problema de los refugiados o sus discrepancias con Washington en la lucha contra el Estado Islámico. Asuntos que sitúan a Ankara en un escenario de permanente actualidad.
¿Qué va a suceder en su país? El presidente Erdogan venció en el referéndum, pero el 51,3% muestra un país dividido y fuerte oposición a las medidas del Gobierno.
Si uno analiza el ‘brexit’ observa que las diferencias entre una y otra parte eran menores y en las elecciones de EE UU casi no había diferencia entre las dos partes, y no recuerdo que esto creara una gran preocupación para nadie. En una democracia hay puntos de vista divergentes y, al final, no importa si ganas por 0,1% o 20%. Una parte gobernará para el bien de todo el país.
Turquía ha llevado a cabo el proceso en estado de emergencia.
También Francia lo ha aplicado
Pero Francia no ha cambiado mientras tanto sus reglas constitucionales.
Éste es un debate sin fin e innecesario.
La oposición no acepta los resultados del referéndum.
Son políticos, ¿no? Estamos ante una escena muy dinámica y activa. Ellos expusieron sus objeciones pero los tribunales las analizaron y rechazaron las alegaciones.
Se achaca al nuevo régimen falta de control parlamentario sobre el Ejecutivo. Además, el presidente nombrará a 12 de los 15 miembros del Constitucional y a parte del Consejo de Jueces y Fiscales.
No se puede decir que no habrá control, incluso será mayor que el anterior. Las elecciones presidenciales y parlamentarias tendrán lugar a la vez y contaremos con mecanismos de verificación y separación de poderes. Si el jefe del Ejecutivo desea disolver la Cámara se celebrarán elecciones presidenciales y parlamentarias al mismo tiempo.
La UE manifestó su disconformidad con la reforma. ¿Se han cerrado las puertas de la integración?
No, en absoluto. Es una proclama muy extendida, como si Turquía estuviera apartándose de la Unión pero un análisis objetivo demuestra lo contrario. La pertenencia plena es una alternativa estratégica del país y esta posición se ha reiterado una y otra vez en los mensajes lanzados por Erdogan y el primer ministro. Es la UE la que lanza dudas sobre si quiere tener a Turquía como miembro o no. Empezamos el proceso en 2005 junto a Croacia, que ya es miembro de pleno derecho, mientras que Ankara sólo ha cerrado un capítulo. Se dijo que la economía era débil y ahora es la decimoséptima más fuerte del mundo y, si se integrara, se convertiría en la sexta más grande de los 28. La democracia turca también satisface los criterios exigidos, o no habría conseguido el estatus de candidato.
Infiltración desconocida
Pero la democracia turca está muy cuestionada. Tras el fallido golpe se produjeron 49.000 detenciones, 150.000 personas están bajo investigación, 145.000 perdieron su empleo y 81 periodistas siguen en prisión. Las medidas se asemejan a una purga de los años duros de la extinta Unión Soviética.
Se trata de una comparación muy dura que no cabe aceptar. El 15 de julio un grupo dentro del estamento militar intentó hacerse con el país y mataron a 248 personas y causaron 2.000 heridos La investigación dejó muy claro que ese grupo era la organización de Fetulá Gulén, una especie de pulpo presente en el Ejército, la Policía, el sistema judicial, las universidades o el mundo diplomático. Los investigados a los que no se ha encontrado elementos de culpabilidad ha vuelto a sus puestos y hablamos de unos 22.000 individuos. Las cifras son muy grandes, pero la organización es muy peligrosa y clandestina.
¿El Gobierno desconocía que decenas de miles de conspiradores se habían infiltrado en la Administración?
Es difícil de creer, pero así ha sido.
¿Cuál es la relación entre Erdogan y Gulén? Fueron aliados.
Sí, en un momento determinado y hasta cierto punto. El movimiento de Gulén declaraba su interés por asuntos educativos y culturales pero, al cabo del tiempo, empezaron a enseñar su verdadera cara y mucha gente, incluido Erdogan, se dio cuenta de que había sido engañada.
Turquía está en una posición de fuerza frente a Europa porque sostiene a muchísimos refugiados.
Tenemos 3 millones de refugiados, cogedlos y podréis esgrimir ese poder si queréis. Son una carga financiera y de seguridad. Hemos gastado más de 23.000 millones propios y la ayuda internacional ha sido mínima, de unos 900 millones. Lo hicimos por razones humanitarias, porque no tienen dónde ir y no les preguntamos por su etnia o fe, sólo los acogemos. Lo que queremos de Europa es compartir la carga. Se trata de un problema que afecta a toda la humanidad.
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