El rechazo del Gobierno polaco a que su país reciba refugiados es “firme”, dijo hoy su portavoz, Rafal Bochenek, quien justificó la decisión en el hecho de que acoger a los inmigrantes llegados a Italia y Grecia puede suponer riesgos para la seguridad de los ciudadanos de Polonia.

“El Gobierno de Beata Szydlo (primera ministra polaca) no negociará sobre cuestiones que afecten a la seguridad de sus ciudadanos”, aseguró Bochenek, quien defendió que la decisión del Ejecutivo polaco es de simple “sentido común”.

Bochenek consideró que la política migratoria de la Comisión Europea es “ineficaz”, y recordó que, además de Polonia, Austria y Hungría tampoco han recibido refugiados dentro del mecanismo de cuotas planteado por Bruselas en 2015, mientras que la mayoría del resto de socios comunitarios no han cumplido con sus correspondientes cuotas.

“La política migratoria de la UE, que ahora se lleva a cabo y conduce a la supuesta reubicación de refugiados o inmigrantes económicos en toda la UE, realmente supone un estímulo a las actividades de los grupos criminales que trafican con personas para introducirlas ilegalmente en Europa”, dijo.

La primera ministra polaca ya aseguró que “Polonia no puede recibir refugiados”, mientras que su ministro de Interior, Mariusz Blaszczak, ha dicho que el mecanismo de cuotas de la Unión Europea “es defectuoso porque supone una amenaza para la seguridad y no resuelve el problema”.

La posición del actual Ejecutivo polaco contrasta con la del Gobierno anterior, que a comienzos de 2015 acordó con Bruselas que Polonia recibiría cerca de 7.000 solicitantes de asilo llegados a las costas de Italia y Grecia.