La población inmigrante cuenta cada vez más con un mayor peso en los programas de creación de empleo del Ayuntamiento de Bilbao. Casi el 20% de los 2.080 trabajos promovidos el año pasado por la sociedad municipal Lan Ekintza fueron ocupados por ciudadanos extranjeros que buscan su inserción social y laboral. La mayor parte de estas personas se emplearon en el sector de la construcción y la hostelería, favorecidas en gran medida por el escaso interés que estos gremios despiertan entre la «población nativa», explicó Marcos Muro, director general de esta sociedad.

Junto a los inmigrantes, los colectivos más desfavorecidos e «incluso en riesgo de exclusión social» centraron el año pasado la atención preferente de la entidad dependiente del área de Empleo y Promoción Económica. Además, el nivel de estudios de los usuarios que recurren a este organismo para escapar del paro es «muy bajo»: el 67%% responde a un perfil con una «escasa o nula» cualificación.

Pese a estas dificultades, que se intentan paliar con la impartición de cursos de formación, Lan Ekintza cerró el pasado ejercicio con un balance récord. Asesoró 1.208 iniciativas empresariales y posibilitó la creación de 107 nuevas compañías – 44 de ellas dirigidas por mujeres – , que generaron 185 empleos y unas inversiones de 5,2 millones de euros. Unas cifras que pulverizan todos los registros desde que echara a andar en 1996 y que sitúan a esta entidad en un «referente europeo» en la promoción de empleo local.

Ricardo Barkala, concejal de Promoción Económica, no se anduvo con rodeos y afirmó que «lo estamos haciendo más que bien». En una indisimulada crítica política al Ejecutivo central , insinuó que los resultados podrían ser mejores si se transfiriesen al Ayuntamiento «las competencias activas de empleo», pero, se quejó, «éstas siguen en Madrid».

El edil nacionalista apoyó su optimismo en la consolidación de los negocios, ya que el 71% de las empresas pervive a los tres años de echar a andar, porcentaje que se reduce al 67% a los cuatro años de su constitución, doce puntos por encima de la media nacional. La «supervivencia global» es del 83%.

En su apuesta por el impulso del tejido empresarial y comercial local, Lan Ekintza cree que no conviene bajar la guardia, especialmente en zonas como Bilbao la Vieja, San Francisco y Zabala, donde en 2005 se favoreció la inserción laboral de 254 vecinos y la constitución de 15 empresas. Además de los incentivos económicos, Barkala fomentará la ubicación de empresas en edificios de propiedad municipal para favorecer la «oxigenación social» de la zona. Con la implantación de la Federación de Ikastolas en la Plaza de la Cantera se abrirá esta política.