Dicen que la culpa de tanto verso callejero la tuvo la base aérea de Torrejón de Ardoz y las emisoras norteamericanas que los lugareños conseguían captar desde la localidad. Eso y porque decir hip – hop es decir crisol cultural y étnico, el mismo ambiente que se respira por aquellas latitudes de la Comunidad. Sea por lo que fuere, esa atmósfera de pantalones anchos, graffiti y poemas escupidos en los márgenes de la ciudad, hace más de 20 años que consiguió imponerse en este pueblo madrileño.

Desde hace algún tiempo, las asociaciones IDUNA y MAGNI vienen desarrollando un proyecto social con los jóvenes de Torrejón, fomentando su inserción sociolaboral y realizando actividades que les permitan desarrollarse como personas. Una de ellas es el Taller de Creación Musical (hip – hop), ASGARD. Dos años de trabajo han dado como fruto un producto musical que lleva el nombre de Tiempo de Kambio. Con temas compuestos por los jóvenes que acuden al centro y que ha contado con la participación de grandes artistas a nivel nacional, como Morodo, Frank – T, Ari Dobleache, Mc Randy o la misma Bebe, que ha participado en algún tema del disco.

Se dice que «el rap es algo que haces y el hip – hop, algo que vives». Es una forma alternativa de creación de arte que emplea la palabra como auténtico revulsivo para el cambio social. Se ha invitado a jóvenes de diferentes culturas a participar en este proyecto.

Si algo tiene de especial esta forma de componer es que uno canta lo que escribe. «Así conseguimos de los adolescentes y veinteañeros algo que no lograron sus profesores de Literatura en el instituto: hacerles escribir», comenta Chojin, uno de los artistas que han colaborado en el álbum. «Están aquí, así no están en las calles haciendo otras cosas».

«Una máxima es componer sólo acerca de lo que uno siente. Hablar sinceramente», añade Rime, un frutero de 20 años que compagina su trabajo con su afición por la música.

Amor al rap, Son de paz, Pienso luego escribo, son algunos de los 17 títulos escritos por los jóvenes que componen el disco. Procedentes de diversas nacionalidades como Camerún, Gambia, Ghana, Marruecos y República Dominicana, además de la española, todos tienen en común su pertenencia al pueblo de Torrejón y su situación familiar y social de riesgo.

El amor, la paz, la lucha, el racismo, el medio ambiente, los Derechos Humanos. Los temas sobre los que han trabajado los jóvenes han sido diversos. Y en su composición han colaborado, codo con codo, el joven artista con la estrella.

En Torrejón, el hip – hop ha servido a éstas y a otras asociaciones para engancharles a otra clase de vida que la que les aguarda normalmente en su realidad. «Ojalá hubiéramos tenido nosotros y los de nuestra generación esta ayuda», comentaba Chojin.

Todos los artistas han participado de forma desinteresada. Los beneficios del disco irán a parar a los programas educativos que desarrollan estas asociaciones.