Polizones albaneses eligen Pasaia como puerta de embarque para llegar a Inglaterra
47 personas de esta nacionalidad han sido interceptadas en los últimos tres añosUtilizan habitualmente los buques que transportan coches nuevos desde la dársena guipuzcoana hasta las islas británicas
Diario Vasco, , 15-05-2017Persiguen un futuro mejor, una vida que les permita dejar atrás las dificultades que atraviesan en su país y progresar. Su ‘tierra prometida’ está al noroeste de Europa, en el océano Atlántico, en las Islas Británicas. Vienen de Albania, y Gipuzkoa es para ellos solo un lugar de paso. En los últimos tres años, el puerto de Pasaia se ha convertido en ‘campamento base’, en la puerta de embarque para estos ciudadanos del país bañado por los mares Adriático y Jónico que se dirigen al Reino Unido. Desde 2015, casi medio centenar de personas de esta nacionalidad han sido sorprendidas bien cuando se disponían a embarcar de manera ilegal, o ya a bordo de buques que iban a partir rumbo a la ciudad de Portbury, al sur de Inglaterra. No se sabe a ciencia exacta cómo han llegado hasta Euskadi, si a través de las mafias que manejan los hilos de la inmigración, de forma clandestina, en autobuses, camiones, barcos, aviones… Lo único que se conoce es que todos ellos pretendían cruzar el charco desde la dársena guipuzcoana.
El tránsito de polizones a través del puerto de Pasaia ha experimentado en los últimos años una «situación de excepción», según indican desde la Delegación del Gobierno en el País Vasco. A partir de marzo de 2015, «sin un motivo aparente que lo justificara», empezó a detectarse el tránsito de ciudadanos de terceros estados que, no siendo polizones en el sentido estricto del término, se escondían en el interior de los buques de carga de líneas regulares con destino al Reino Unido. Hasta la fecha, lo sorprendente de la situación es que la totalidad de individuos que han sido interceptados son de nacionalidad albanesa.
Boca a boca y mafias
Fuentes consultadas barajan la posibilidad de que la mayoría de ellos pudiera proceder de la misma zona geográfica de Albania y que en su momento optaran por esta ruta como consecuencia del ‘efecto llamada’ y el ‘boca a boca’ de otros compatriotas que anteriormente ya habían efectuado con éxito el mismo itinerario.
No obstante, se tiene asimismo conocimiento de la existencia de redes que se dedican al tráfico de personas, que son las que proponen el viaje por la puerta de Pasaia. De cualquier manera, lo extraordinario es que en los últimos tres años, solo se han detectado personas procedentes de Albania y ni una sola de otro país.
Tras el desmantelamiento en octubre de 2015 de la conocida como ‘Jungla’ de Calais, en el norte de Francia, las autoridades españolas temieron que una parte de las personas que vivían en aquellos campamentos a orillas del Canal de La Mancha pudieran recalar en el norte de la península y una vez aquí, desde cualquier puerto, trataran de embarcar en algún mercante que les llevara hasta las islas, como era su objetivo. La cifra total de evacuados de Francia era muy elevada. Unos hablaban de 6.400 ocupantes, si bien las asociaciones elevaban el número hasta los 8.100.
Sin embargo, según indican desde la Delegación del Gobierno, el territorio guipuzcoano no ha experimentado un incremento en este sentido y solo se ha observado la presencia de estos ciudadanos albaneses.
De esta forma, en 2015 fueron sorprendidas en Pasaia nueve personas procedentes de dicho país. Un año más tarde, el número casi se triplicó y fueron 25 los extranjeros interceptados. Este año, los casos no solo no han cesado, sino que tiene visos de que pueden aumentar. Solo en los cuatro primeros meses se llevan contabilizados 13. En total, por lo tanto, han sido descubiertas 47 personas en estos tres años.
Primero: El Convenio de Bruselas de 1957 define polizón como: «La persona que, en cualquier puerto o lugar próximo se esconde en un buque sin el consentimiento del propietario, capitán o cualquier otra persona a cuyo cargo estuviera dicho buque, encontrándose a bordo después de que el mismo hubiera abandonado el mencionado puerto o lugar próximo».
Segundo: La Organización Marítima Internacional (OMI) define polizón como: «Persona oculta en un buque, o en la carga que posteriormente se embarcara en un buque, sin el consentimiento del propietario del buque o del capitán o de cualquier otra persona responsable y a la que se detecta a bordo una vez que el buque ha salido de puerto, y que el capitán notifica como polizón a las autoridades pertinentes».
Tercero: El Convenio para la Facilitación del Tráfico Marítimo define al polizón en una primera parte igual a la resolución de la OMI, añadiendo además, la acepción de «persona detectada entre el cargamento durante las operaciones de carga o descarga en el puerto». Introduce así el concepto polizón frustrado o en tentativa, que es la persona que se oculta en el buque o en la carga, sin consentimiento, y que es detectada a bordo antes de la partida, como viene sucediendo en el puerto de Pasaia.
En barcos cocheros
Las autoridades indican que los extranjeros aprovechan los buques de carga de las líneas regulares, principalmente de la empresa UECC, que transporta vehículos de nueva construcción hasta el Reino Unido. Fuentes consultadas señalan que los polizones aprovechan las horas en las que los vehículos permanecen estacionados en la explanada portuaria de Lezo antes de su embarque para introducirse en ellos. Recuerdan en este sentido que, dado que los coches suelen permanecer con las puertas abiertas, las personas acceden sin mayor dificultad, aunque para ello tengan que eludir la vigilancia existente.
Por lo general, según las fuentes consultadas, los extranjeros se ocultan en los vehículos de mayor tamaño y también en los maleteros de los que salen cuando el barco ha partido. «Al tratarse de un viaje corto en el tiempo – por lo general tiene una duración de un día y medio – tampoco han de proveerse de alimentos. Con una botella de agua y poco más les basta para llegar al destino», afirma un extrabajador del puerto. En la totalidad de los casos descubiertos en estos tres años, la presencia de los polizones ha sido detectada por la seguridad privada de la empresa armadora antes de que el barco soltara amarras.
Aviso a la Guardia Civil
La interceptación de la persona extranjera obliga a activar un protocolo que se inicia con la puesta en conocimiento de la situación a la Guardia Civil, que cursa una primera denuncia por «acceder sin autorización y por un punto no habilitado al interior de las instalaciones portuarias de Pasaia», señalan fuentes de la Delegación del Gobierno en Euskadi.
Posteriormente, cuando se comprueba que se trata de un extranjero en situación irregular en España «es puesto a disposición del Grupo de Extranjería de la Policía Nacional, ya que se trata del órgano competente en materia de extranjería», afirman las mismas fuentes.
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