«Volvería a posar en Interviú encantada»
«El lugar donde más me gusta estar metida es un estudio insonorizado, una cápsula», asegura la cantante y actriz Najwa Nimri
El Correo, , 11-05-2017Acaba de despedirse de Barcelona con su ‘Drac Pack’, una obra musical inspirada en el ‘Rat Pack’ de la que es coautora, actriz y productora, y ya planea embarcarse en una gira. Si entrevistar a Najwa Nimri es todo un viaje a lo desconocido, imaginen qué no será interrogarla mientras la actriz intenta reprogramar tres ordenadores a la vez (y no estar loca).
Pero Nimri, como Napoleón (y como cualquier mujer) es capaz de simultanear varias tareas. Otra cosa es el resultado. La cantante bilbaína de origen navarro – jordano es a sus 45 años madre de un niño de 12 y asegura que el de madre «es el papel que mejor me está saliendo».
¿Qué le atrae del Rat – Pack?
Son estos tres caraduras que se atrevían a meterse con todo desde un sitio muy glamuroso donde aparentemente todo estaba bien, aunque por detrás estuviera todo mal.
¿Con cuál de los tres se queda?
Yo en la obra hago de Drácula, que es Frank Sinatra, pero el que más me gusta es Dean Martin. Lo amo. Era terriblemente ligero y su forma de mirar a la cámara…
También tenía fama de bebedor.
Bueno, quién no tenga alguna adicción con algo que tire la primera piedra. En aquella época, con la presión a la que estaban sometidos, queriéndose hacer los normales, poniéndose delante de las televisiones haciendo que no pasaba nada cuando estaban en la Guerra Fría, lo mínimo que se podía ser es alcohólico.
¿Por qué va su montaje de vampiros?
Porque a la protagonista, aspirante a estrella inspirada en Marilyn Monroe, le planteamos una elección vital: elegir entre la luz de los focos o la luz del sol. Y ella elige la luz de los focos.
Que es como vender tu alma al diablo…
Si lo tienes asumido y es lo que te apetece, en realidad, no. Puede ser maravilloso. Pero si luego echas de menos el aire y los pajaritos, entonces estás jodido. El precio que paga ella es renunciar a la luz del sol, que ya es mucho.
¿Cuál es el precio más caro que ha pagado usted por un sueño?
El sueño que me ha salido más caro ha sido mi casa, el peor negocio de mi vida, porque soy mala negocianta. Pero hoy es casi la casa de mis sueños.
¿Y por qué luz apuesta?
Pues no lo tengo tan claro. Un día diría que la luz del sol y otro que la de los focos. Yo disfruto mucho más liándola detrás que delante. Pero cuando el foco de repente te apunta y eres muy jovencita no tienes más remedio que seguir… Porque eres una suertuda y has sido elegida. Con los años te das cuenta de que eso es una trampa, porque no es el sitio que tú elegiste. Lo importante es ir conociéndote y saber dónde quieres estar.
¿Lo sabe?
Sí, en un estudio con carencia total de sonido exterior. A mí donde más me gusta estar metida es en una cápsula. Carlos Vermut después de acabar su película me decía: «Es que tú eres más de estar en el útero».
¿Le gustan las Femen como espectáculo?
No he visto el show. Me parece fenomenal que hagan lo que les dé la gana. Pero tengo muy claro que solo la imaginación provoca el acontecimiento. Da igual la performance que hagas, si no es demasiado imaginativa, da igual lo que enseñes, no creo que cause ningún efecto.
Hablando de enseñar… Usted posó en Interviú. Tres años despues, ¿se arrepiente?
Al contrario, volvería a hacer otra portada encantada. ¿Qué tiene de interesante? Nada, que con 40 demuestras que todavía estás buena, y encima te pagan una cantidad importante.
Declaró entonces que los hombres son unos cerdos. ¿Lo sigue pensando?
Claro, pero eso es para que lo discutamos un poco más íntimamente.
¿Y sigue pensando que el islam es la religión más moderna?
Yo no declaré que el Islam fuera la religión más moderna. Me pillaron un día de copas en una bajada de guardia… Simplemente dije es que es la religión más joven, más reciente. Nada más.
¿A su parte jordana le gusta la reina Rania?
Bueno, va muy guapa. Y eso es muy importante para la diplomacia. Pero es algo que va más allá de lo que me parezca a mí… ¿Cuántos refugiados tiene ahora mismo Jordania? ¿Y qué impacto supone eso? Si has estado ahí lo ves…
¿Ha estado?
Sí, claro. Por eso hablo. En la muerte de mi padre estuve. Solo sé que Rania de Jordania viste muy bien y es muy guapa. Y supongo que su papel ayuda… Lo que sí sé es que Jordania está abriendo las puertas a mucha gente. Algo están haciendo. Lo he visto en una de las fronteras con Siria. Lo he vivido con mis propios ojos, con el corazón.
A Rania la critican por vestir de alta costura en ese contexto.
Eso es una estupidez. Seguro que hay temas mucho más maquiavélicos que no tienen que ver con su imagen sino con otro tipo de decisiones. Y la única no errónea para mí es lo que lleva puesto encima. Cuáles son las decisiones que toma mal no lo sé, la única que creo que toma bien es como viste. Suena muy superficial, pero es lo que pienso.
¿Usted es más Nimri o más Urrutikoetxea?
Una amiga de Alsasua siempre me decía: hoy te has levantado Nimri, hoy te has levantado Urruti… A mí la sangre me da tirones.
Ha bordado el papel de presa, ¿cuál diría que es la peor cárcel actual?
La nuestra propia.
Creí que me iba a decir la del ‘selfie’.
Vivimos la vida para fotografiarla pero también para contarla en Twitter. Se publica: ‘Han muerto tres niños en Sudán’, y empieza el debate… Al final los niños dejan de tener importancia. Importa lo que opina el colectivo. A veces me cansa, pero soy muy optimista y pienso que si esto está pasando es por algo. Aunque la mitad de las veces me parezca que estoy haciendo el ridículo por hacerme una foto a mí misma y colgarla. Los del futuro acabarán esclavos o borrándose todas las aplicaciones.
Pues su hijo tiene doce años… ¿Ser madre de adolescente es su papel más difícil?
Ahora mismo es el que mejor me está saliendo. Es muy duro y hay que invertir mucho tiempo, pero estoy muy contenta. Creo que este año esa partida la estoy jugando muy bien.
Nació el día de San Valentín, pero no tiene fama de romántica.
No tengo ni idea de lo que soy o lo que dejo de ser. No quiero dar una sensación de tía súpercercana y que cae bien. Que digan: ‘Ah, pero si en el fondo es una tía súpermaja…’ Pues no. O decir yo que en el fondo soy muy normal o muy tímida…” Pues tampoco. No me sale definirme. Y seguro que voy a releer lo que he dicho y me voy a sentir ridícula.
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