Un gesto tan sencillo como sustituir las compresas y tampones por la copa menstrual podría simplificar la vida de las mujeres en África al tratarse de un elemento más higiénico, sano y seguro, además de más barato y más sostenible. Así lo indica la psicopedagoga Marisa Barrena en un artículo que recopila datos de la organización Femme International. El escrito sirvió de motivación al club de rugby de Durango, que buscaba para este año un fin solidario en favor de las mujeres. Solo que quizá el cambio no sea tan sencillo. «Hablamos con un médico que trabajaba allí y nos reconoció que no lo veía posible por cuestiones religiosas», reconoce Aratz Gallastegi, director deportivo del club.

Sin embargo, por medio de la asociación Río de Oro, se pusieron en contacto con una matrona local que consideró positivo intentarlo, así que con el dinero que recauden comprarán copas menstruales que mandarán a los campos de refugiados de Tinduf, además de financiar los talleres de sensibilización previos.

Iniciativa pionera

«La idea inicial cambió y, en lugar de hacer únicamente el envío, vamos a desarrollar un proyecto más global. Sabemos que será una prueba porque podría no tener éxito, pero queremos intentarlo porque creemos que podría reportar muchos beneficios a las mujeres».

La iniciativa, que Gallastegi califica de «ilusionante y pionera», se llevará a cabo gracias a que Nissan Gaursa, patrocinador del DRT, aportará un euro por cada participante de la séptima edición del encuentro de rugby entre escolares de la localidad que se desarrollará entre hoy y el viernes en el campo de Arripausueta. Se espera que se vuelva a alcanzar la cifra de unos 1.200 jóvenes participantes de entre 9 y 16 años.

En esta ocasión, en lugar de sugerir a los chavales a que entreguen ropa o juguetes, la invitación se ha extendido a los centros escolares del municipio, donde se han colocado unas huchas para que quien quiera done un euro. «El profesorado explicará en las aulas en qué consiste el proyecto».