Puerto del Rosario

- ¿Cómo se siente al recibir el premio Viera y Clavijo que concede la Consejería de Educación tras 35 años de docencia?

- Estoy muy sorprendido y, por supuesto, muy agradecido. Lo único que he hecho en todos estos años es cumplir con mi obligación como docente. ¡Estoy investigando quien puede haberme propuesto para que me concedieran este galardón!

- Es usted muy modesto ¿Qué le han dicho sus alumnos tras enterarse de la noticia?

- La verdad es que como no leen demasiado, y menos los periódicos, la mayoría no se ha enterado. Bromas aparte, muchos se me han acercado para felicitarme.

- ¿Hasta qué punto es complicado motivar a un estudiante para que lea un libro, o se interese por la actualidad, con tanta competencia desleal, como la de los videojuegos o Internet?

- Por desgracia, los chicos están metidos en otra dinámica. Por eso creo que la primera herramienta de trabajo para un maestro o un profesor es un libro. Siempre les recuerdo a mis alumnos que si no aprenden a interpretar lo que leen, no podrán encontrar lo que buscan en Internet. En cualquier caso, considero que hay que obligar a los alumnos, entre comillas, a estudiar unos conocimientos mínimos, les guste o no les guste. Después me lo agradecen. Los padres, de nuevo, tienen que fomentar esa curiosidad por aprender.

- El fracaso escolar, o la falta de disciplina de los alumnos son dos de los problemas principales a los que se enfrentan los docentes. ¿Cómo se puede combatir contra ellos desde la tarima del profesor?

- Hay que partir de la base de que lo que sucede en cualquier centro no es mas que el reflejo de la sociedad. Los comportamientos de los niños y los jóvenes se trasladan a las aulas. Por eso es básica la implicación de los padres y también de las Instituciones públicas. No hay que perder de vista que la misión principal de un profesor es impartir conocimientos. Yo no tengo complejo de Madre Teresa de Calcuta, ni de psicólogo, ni de padre frustrado. Aunque la formación en valores también es responsabilidad nuestra, los medios con los que contamos son limitados.

- ¿Cómo se ha traducido el fenómeno de la inmigración en las aulas?

- La inmigración es un fenómeno que lejos de generar problemas en las aulas, aporta una riqueza cultural que de otra forma no conseguiríamos. Ahora bien, es cierto que hay que saber encauzar esa multiculturalidad para sacarle el máximo provecho. Para ello, necesitamos más apoyos y más medios.