Educación mezcla en las aulas a niños de diferentes cursos ante la escasez de matrículas en una escuela
La medida se aplicará en el centro Ruperto Medina de Portugalete, en clases de Primaria e Infantil, y ha puesto en pie de guerra a las familias
El Correo, , 05-05-2017El Gobierno vasco ha decidido fusionar clases de diferentes edades en una escuela pública de la localidad vizcaína de Portugalete ante la escasez de alumnos, una medida que se aplicaba en áreas rurales y abre la posibilidad de extenderse en el futuro a otros centros de zonas urbanas que sufren una sangría de matrículas. La iniciativa de Educación ha provocado las protestas de las familias, que defienden el derecho de sus hijos a estar escolarizados en su curso y creen que la intención final del Gobierno vasco es «cerrar el centro», que en la actualidad tiene cerca de 125 escolares de Infantil a sexto de Primaria. Los padres anuncian movilizaciones y han pedido ayuda al Ayuntamiento.
Educación comunicó a las familias después de Semana Santa su decisión de unir las dos aulas de tercero y cuarto de Primaria, que suman 18 alumnos, y las de 4 y 5 años, con la misma cifra de niños. Además, no admitió la solicitud de matrícula de cuatro nuevos escolares para la clase de tercero de Primaria. La medida provocó el rechazo frontal de los padres de la escuela de Portugalete que han convocado ya dos asambleas y presentaron una reclamación ante la Delegación de Educación de Bizkaia para que anulara esa medida y admitiera las nuevas inscripciones. En su petición argumentan que las familias «tienen derecho a elegir el centro para sus hijos siempre que tengan plazas libres», como era el caso de Ruperto Medina.
El responsable de la asociación de familias, Ángel Comonte, explicó que unir grupos va a «perjudicar el aprendizaje de los niños». Admite que la escuela acoge a pocos alumnos, «hay muchas aulas con doce, catorce escolares…», pero recuerda que el centro cuenta con más de la mitad de estudiantes inmigrantes y con muchos niños con necesidades especiales, que requieren una atención más personalizada y mayores recursos.
El centro, ubicado en el barrio de Buenavista, utiliza nuevas metodologías y funciona como comunidad de aprendizaje, una modalidad de enseñanza que da muy buenos resultados en la integración de los alumnos extranjeros o niños con dificultades académicas. «No tenemos problemas de convivencia escolar, las familias y el barrio participan en la vida escolar», añade el portavoz de la asociación.
Temor al cierre
La Delegación de Educación ha rechazado la petición de la asociación y mantiene su decisión de fusionar las clases. El argumento que ha utilizado es que no hay alumnos suficientes para formar dos grupos en esos cursos. Educación explica que solo uno de los cuatro niños que querían entrar en Ruperto Medina le correspondía esa escuela de Portugalete según su lugar de residencia y que todos ellos han sido matriculados en centros públicos «en los que se garantiza su continuidad». Admitirlos obligaría a «cambiar la planificación» de la escuela.
En su respuesta a la asociación de padres, la Delegación de Educación en Bizkaia hace referencia a que esta medida de mezclar a escolares de diferentes edades en una misma aula se hace en escuelas de áreas rurales. La decisión del Gobierno vasco de fusionar clases en este colegio tiene una importante trascendencia en un momento en que numerosos centros de enseñanza en Euskadi soportan problemas de matriculación por exceso de oferta de plazas escolares y por el desplome de la natalidad.
Las familias del centro Ruperto Medina sospechan que detrás de esta medida está el interés de Educación por «cerrar la escuela», ya que se encuentra ubicada en una zona del municipio portugalujo en la que ya hay media docena de colegios públicos y concertados, según detalló ayer la asociación de padres de alumnos. Pero no están dispuestos a rendirse. Han hablado con el Ayuntamiento para que les apoye y ya anuncian movilizaciones.
(Puede haber caducado)