Berlín defendió hoy la pertinencia de prolongar por seis meses los controles fronterizos establecidos ante la crisis de los refugiados, pero avisó a la Comisión Europea (CE) de que es imposible saber ahora si será necesario volver a ampliarlos “por razones migratorias, políticas y de seguridad”.

El portavoz del Ministerio de Interior alemán, Johannes Dimroth, aseguró que el Gobierno alemán va a estudiar con detenimiento la recomendación de la CE para que Austria, Alemania, Dinamarca, Suecia y Noruega mantengan durante seis meses más los controles internos fronterizos que aplican, pero que los levanten después de ese plazo.

Esta recomendación debe ser estudiada ahora por el Consejo de la UE, que representa a los países miembros.

Según explicó Dimroth, Alemania saluda que la CE respalde prolongar medio año los controles y se esfuerza para regresar a la aplicación normal de Schengen, sin restricciones a la circulación de personas, pero hay que esperar para conocer cómo será la situación dentro de seis meses.

Existe “un potencial de inmigración notable” desde el norte de África hacia Europa que debe seguirse con atención porque la situación es “muy dinámica”, y es necesario también mejorar el control de las fronteras exteriores de la Unión Europea, “todavía insuficiente”, destacó como ejemplos.

Alemania y otros países europeos decidieron implantar controles en sus fronteras con otros Estados socios de la UE en plena crisis de los refugiados de 2015.

Ese año entraron en Alemania 890.000 solicitantes de asilo, cifra que bajó a 280.000 en 2016.