Tres parejas rumanas usaron a sus hijos para 600 robos

Los padres de los menores delincuentes, que actuaban en Barcelona, han ingresado en prisión

La Razón, 28-03-2006

Barcelona/Madrid – Redes organizadas, utilización de menores para robar o
mafias de mendicidad. La delincuencia de países del Este, en general, y
Rumanía, en particular, está fuertemente organizada en nuestro país. Tanto
es así que Rumanía, después de Marruecos y Colombia, es el tercer con
mayor número de reclusos en España, con 1.082 en enero de 2006, según
cifras de Instituciones Penitenciarias. Apenas diez días después de que
trascendiera la detención en varias Comunidades Autónomas de una macro
banda formada por un total de 297 rumanos especialistas en falsificar
tarjetas de crédito, los Mossos dEsquadra informaban ayer de otra
operación relacionada con redes delictivas de esta procedencia y que, en
este caso, se trata únicamente de la punta del iceberg.
   Tras
una discreta vigilancia que comenzó en diciembre, los Mossos dEsquadra
han detenido a tres matrimonios rumanos que obligaban a sus hijos, desde
que cumplían los seis años, a traer un botín a casa cada noche tras
cometer atracos, tirones, y hurtos de móviles y videocámaras en zonas
turísticas de Barcelona. Para ello, les enseñaban todo tipo de trucos y
picarescas y, de hecho, se les atribuye unos 600 actos delictivos
ocurridos en la ciudad en un año.
   La operación «Bucarest» – que
todavía sigue abierta – es la primera que culmina en España con que unos
padres deban responder ante la Justicia por las faltas y delitos cometidos
por sus hijos menores de edad. El 24 de marzo se detuvo a sus seis
progenitores, al estar acusados de la comisión de delitos contra el
patrimonio, contra los derechos y deberes familiares y por asociación
ilícita. Cinco de ellos están en prisión por orden del juez, mientras
están retenidos once menores; siete son los hijos directos de dos de las
parejas, de tres no se ha hecho cargo nadie y una joven de 14 años es la
pareja de uno de los menores, de su misma edad.
   «Estos niños, al
igual que sus padres, conocen a la perfección nuestro sistema legal. Saben
que un menor de 14 años no es responsable criminal, por lo que se les
enseña cómo traer dinero a casa sabiendo que no les va a pasar nada»,
explicaba ayer a este diario el inspector Josep Lluís Trapero. Así, los
chavales, en grupos de entre tres y ocho, salían de su casa por la mañana
y se dirigían al centro de la ciudad.
   Los progenitores no
trabajaban. Al mediodía comían en un restaurante de comida rápida con el
dinero que conseguían y por la noche volvían a sus casas, donde entregaban
todo el material capturado a sus progenitores, que no trabajaban. Según el
inspector Trapero, el botín permitía pagar un alquiler, los gastos de la
casa y tener un coche. «Si os pilla la policía, decid que sois refugiados
rumanos», decían los mayores a sus hijos.
   Por este motivo,
el juez ha ordenado prisión para el primer matrimonio, formado por Tanase
M., de 39 años, y Daniela M, de 36, y ha puesto a disposición de la
Dirección General de la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat a sus
cinco hijos – de 14, 11, 8, 6 y un año de edad – y a otros tres menores – dos
de 15 y una chica de 14 – «que se encontraban en su domicilio en la calle
Nápoles y de los que no se hace responsable ningún adulto», explicaron los
Mossos dEsquadra.
   El segundo matrimonio detenido en su
domicilio de la calle Alfonso XII de Badalona es el formado por Cercel G.,
de 43 años de edad, y Margareta G., de 43, quedando posteriormente esta
última en libertad. En este caso, sus dos hijos – de 17 y 14 años, y la
esposa del menor, de su misma edad – quedaron retenidos por tener más de 14
años y pudiéndoseles aplicar, por consiguiente, la Ley del Menor.
   El tercer matrimonio detenido es el formado por Anghel P., de 40 años de
edad, y Adela V., de 37. Fueron arrestados en Madrid, después de haberse
trasladado hacía apenas una semana desde la calle Quevedo de Badalona.
   Fruto del trabajo realizado, los Mossos d’Esquadra están realizando un
seguimiento a otras siete familias rumanas del área de Barcelona, de
quienes se sospecha que utilizan igualmente a sus hijos de más corta edad,
de entre 7 y 8 años, para cometer el mismo tipo de hurtos.
   
   Claves
    >Van en grupos de entre 3 y 8. Actúan
en las zonas turísticas, en el Metro y en semáforos.
   >Se
dedican a hurtos pequeños (hombres) y a la mendicidad (mujeres).
   >Se aprovechan de los despistes y grandes aglomeraciones para robar
carteras y móviles.
   >Atacan más a las mujeres que a los hombres.
   >Usan «estampitas» para desviar la atención.
   >Los menores de 14 años saben que son impunes ante la Justicia y que, tras
unas horas, estarán en la calle.
   

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