Detenidas tres parejas rumanas por utilizar a 15 menores para delinquir
Los niños mendigaban y aprovechaban los descuidos para robar y estafar, en especial a turistas
Diario de Noticias, 28-03-2006barcelona. Los Mossos d’Esquadra detuvieron a tres parejas de origen rumano que presuntamente utilizaron a 15 menores a su cargo para cometer unos 600 hechos delictivos, entre robos con fuerza e intimidación, estafas y hurtos, sobre todo a turistas en Barcelona.
Dos de los matrimonios fueron detenidos el pasado viernes en Badalona (Barcelona), mientras que la tercera pareja fue localizada y arrestada en Madrid, adonde huyó tras conocer que estaban siendo investigados por la Policía, según fuentes cercanas a la operación. Los adultos detenidos ya han pasado a disposición judicial y todos ingresaron provisionalmente en prisión, excepto una de las mujeres, que fue puesta en libertad con cargos. Por su parte, los menores quedaron en manos de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat de Cataluña.
Éste es el primer caso en España en el que unos padres son encarcelados como presuntos autores de los hechos delictivos cometidos por sus hijos, todos menores de 14 años.
En vez de enviarles a la escuela, les despertaban cada día para que acudieran a las calles de Barcelona, y los despachaban con una de sus lecciones: “Si os pilla la Policía, decid que sois refugiados rumanos”. Antes de salir de casa, siempre entre las 8 y las 9 de la mañana, los padres recordaban a los menores, de entre 7 y 14 años, que tenían que elegir preferiblemente a sus víctimas entre los turistas, que las terrazas de los bares y el interior de los restaurantes son los mejores lugares para hurtar teléfonos móviles, cámaras fotográficas, carteras o cualquier otro botín de medida pequeña.
Los niños, que actuaban en grupos de entre tres y ocho chavales, sabían que su único rato de recreo diario era la hora de comer, cuando acudían sin sus padres a algún restaurante de comida rápida que pagaban con el dinero que habían conseguido robar durante esa mañana.
Los menores agudizaban su ingenio para seguir las instrucciones de sus progenitores: pedían limosna y hurtaban aprovechando cualquier descuido del dadivoso, entraban en los bares y tapaban con un diario el teléfono móvil sobre una mesa para apropiárselo al despiste o rogaban aportaciones para inexistentes asociaciones de sordomudos. Los mayores – entre 11 y 13 años – se aventuraban a atracar a dependientas de tiendas que veían solas amenazándolas con unas tijeras, abordaban a algún incauto que estaba sacando dinero de un cajero y se lo quitaban de un tirón o le arrebataban de un salto el teléfono móvil a algún anciano que lo usaba por la calle.
cantidades considerables “Los niños recaudaban lo suficiente como para pagar un alquiler mensual de un piso, que no es barato, ir a comprar, tener un coche y pagar la gasolina, es decir, bastante”, explicó el jefe de investigación de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero.
Durante tres meses, la Policía autonómica ha seguido y vigilado discretamente a las tres parejas y a sus 13 hijos.
En Barcelona, la actuación contra los delincuentes reincidentes es una de las prioridades de la Policía autonómica desde que el pasado mes de noviembre se desplegó en la ciudad condal por dos motivos: el malestar que generan entre los habitantes y los comerciantes, y la repercusión que tienen en la imagen turística.
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