Berlusconi sigue su campaña agresiva y se opone a una «Italia pluriétnica»

Da a diario tremebundos titulares, como el de que los comunistas chinos «hervían niños para abonar el campo» Prodi se niega a acudir a las televisiones de 'Il Cavaliere'

El Correo, 28-03-2006

Silvio Berlusconi aspira a ganar las elecciones italianas del próximo 9 y 10 de abril a base de acaparar los titulares. Para ello le basta con decir cada día una más gorda y dar rienda suelta a sus improperios habituales contra la izquierda, la magistratura y los periodistas. Para la prensa el único problema es elegir entre una decena de frases de antología. Sigue pintando a la oposición como comunistas con cuernos, y el domingo llegó a decir en un mitin: «Leed el ‘Libro negro del comunismo’ (publicado por cierto por su editorial, Mondadori) y veréis que en la China de Mao los comunistas hervían niños para abonar el campo». Ayer dijo que se sentía amenazado y que Italia «no es una democracia completa» porque la oposición le ha vuelto a plantear que debería elegir entre la política o sus empresas. En la misma entrevista, le dio por los inmigrantes: «No queremos una Italia pluricultural, pluriétnica, estamos orgullosos de nuestra cultura. Acojamos a los extranjeros que huyen de países sin libertad, pero no a los que nos quieren hacer daño».

La mejor forma de describir el efecto de sus palabras es reseñar que sólo fueron bienvenidas por Roberto Calderoli, el ex – ministro de la xenófoba Liga Norte que tuvo que dimitir por su camiseta con las viñetas de Mahoma. «¿Éste es el Berlusconi que queremos!», dijo con entusiasmo quien es partidario de enviar la Marina a hundir pateras. Pero en realidad, en su opción por desplegar una campaña de choque y tensión, Berlusconi se está quedando solo. Después de arremeter contra la patronal en su famoso ‘show’ de Vicenza, cada día ataca, por ejemplo, a la red de cooperativas, a quienes acusa de ser un nido de corrupción de la izquierda. Es un golpe arriesgado, porque se trata de 15.000 empresas con 7,5 millones de socios, pero lo repite cada día.

Espera

Los dos principales socios de Gobierno de Berlusconi, la post – fascista Alianza Nacional de Gianfranco Fini y los democristianos de UDC capitaneados por Pierferdinando Casini se limitan a desmarcarse puntualmente de sus estridencias y a esperar el resultado de las urnas. Fini repitió de nuevo ayer que se acabará el liderazgo del magnate si su partido, Forza Italia, deja de ser la primera fuerza de la coalición. Por eso interpretan un papel de seriedad, que al lado de Berlusconi es muy fácil, con la esperanza de rebañar los votos que él pueda perder.

Pero ‘Il Cavaliere’ confía ciegamente en su estrategia, quizá porque es la única que conoce. Siempre se ha mostrado como una fuerza de la naturaleza, de instinto libérrimo y vencedor, y no va a cambiar ahora. Intentó hacerse el moderado en el primer debate con su rival, Romano Prodi, pero resultó un desastre y desde entonces, y eso fue el 14 de marzo, ha optado por la ofensiva. Prodi, por su parte, juega a ser un modelo de responsabilidad y serenidad, un negativo del magnate que lleva a las últimas consecuencias: ha decidido no acudir a los programas de las cadenas propiedad de Berlusconi, las tres principales privadas.

La verdad es que no se notará mucho, según los datos de presencia de políticos en televisión en 2006 divulgados ayer por un estudio privado: Berlusconi ha aparecido en sus cadenas más de diez horas, mientras que Prodi, segundo de la lista, sólo hora y media.

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