Detenidos tres matrimonios que usaban a sus hijos para robar
El Mundo, 28-03-2006Era un secreto a voces que muchos de los menores de la Europa del Este que se dedican a robar móviles o carteras, sobre todo a turistas en las grandes capitales españolas, trabajan para organizaciones o para sus propios padres. Sin embargo, nunca se había podido demostrar hasta una reciente operación dirigida por los Mossos d’Esquadra que ha acabado con la detención de tres matrimonios rumanos que utilizaron a sus 13 hijos para perpetrar 600 robos en dos años.
Tras ser arrestados la semana pasada por agentes de la Policía autonómica, que llevaban tres meses investigándolos, el juez de guardia de Barcelona decidió encarcelar preventivamente a cinco de los seis detenidos.
Los menores, de entre siete y 14 años, han sido remitidos a la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia (DGAIA) de la Generalitat, que ha asumido su tutela. El jefe de investigación de los Mossos, José Luis Trapero, explicó que tienen datos sobre otras siete familias, también de origen rumano y residentes en el área metropolitana de Barcelona, que envían a sus 30 o 35 hijos y sobrinos menores de 14 años a robar por las calles de la capital catalana.
La operación Bucarest se puso en marcha con el objetivo de acabar con esta clase de delincuencia y llegar hasta las personas que dirigen a estos menores. A pesar de que se habían tenido sospechas o indicios, nunca se les había podido capturar y, menos aún, encarcelar. Sin embargo, una argucia judicial podría poner fin a esta situación. El juez ha considerado responsables de las 600 infracciones a los progenitores de los pequeños que, en lugar de llevarlos a la escuela, les daban instrucciones para delinquir cada mañana. Los repartían por las zonas más visitadas por los turistas y les explicaban cómo y dónde debían actuar. Las terrazas de bares y los restaurantes eran los lugares escogidos para hurtar teléfonos móviles, carteras o cámaras fotográficas.
Los arrestados son los matrimonios Mihai, Paun y Gheorghe, de entre 36 y 43 años, a los que se les imputa, además de los robos y hurtos, un delito de asociación ilícita y otro contra los derechos y deberes familiares.
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