El Juzgado de Instrucción número 5 de Bilbao ha absuelto al único acusado de golpear y grabar una esvástica en el brazo a un joven de 17 años en agosto de 2015 en el bilbaíno barrio de Arangoiti. El dictamen se ha producido después de que el joven denunciante renunciase a seguir adelante con el procedimiento judicial durante la vista oral que se celebró hace unos días en la capital vizcaína. Una renuncia que motivó también que el propio fiscal solicitase la libre absolución del único acusado, de 58 años y natural de Bilbao.

LAS CLAVES

Imputación
El chico reconoció a uno de los agresores, el único que no tenía pasamontañas
Procedimiento
La Fiscalía también pidió la libre absolución del único acusado, de 58 años
La agresión que denunció este joven generó un gran impacto en Bilbao. La familia del joven acudió a la comisaría para denunciar que tres hombres habían abordado al menor cuando se dirigía a su casa después de una noche de fiesta durante la Aste Nagusia. El suceso se produjo a las siete y cuarto de la mañana. Según dijeron, el chico fue abordado cuando se encontraba en las inmediaciones del portal. Entre los tres agresores, le sujetaron y le rajaron el brazo izquierdo para grabarle una esvástica y lo que parece el número 88. El número 8 señala la octava posición que ocupa la letra H en el abecedario, y en su conjunto representa el saludo «Heil Hitler» en la simbología nazi. Antes de abandonarle en el suelo, le propinaron puñetazos y patadas. Un colectivo «antifascista» denunció después lo ocurrido a través de las redes sociales y mostraron fotos de la agresión.
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El suceso provocó una gran preocupación en el barrio, donde se produjeron concentraciones de vecinos. Los grupos políticos del Ayuntamiento se reunieron de urgencia para abordar este asunto. Los partidos suscribieron un acuerdo en el que solicitaron «el rápido y total esclarecimiento de los hechos» y pidieron «respeto» para que los agentes de la Ertzaintza «puedan desarrollar su trabajo con rigor y profesionalidad». En el artículo, además, hicieron una llamada a «preservar la pacífica convivencia ciudadana» y se muestran a disposición de la familia «para salvaguardar los intereses del menor».

Tres días después
Según consta en el relato de hechos probados de la sentencia, a la que ha tenido acceso EL CORREO, el joven aseguró que dos de los tres agresores estaban cubiertos con un pasamontañas. Pero dijo que conocía al tercero, el que no iba encapuchado, por ser vecino del mismo barrio de Arangoiti. Según el fallo judicial, cuando llegó a casa, el joven no comunicó a su madre lo que le había pasado. Además, también se apunta que tardó tres días en formular la denuncia.

La Ertzaintza procedió a la imputación formal del hombre mencionado por el chico, aunque no se le llegó a arrestar. Desde algunos colectivos también iniciaron una campaña en la que se le señaló con nombres y apellidos y reclamaban que le despidiesen del trabajo. Finalmente, el hombre ha sido absuelto después de que el joven renunciase al ejercicio de acciones durante el juicio por delito leve de lesiones que se celebró en Bilbao.