Escritores refugiados en Barcelona se suman a la celebración de Sant Jordi

El Periodico, efe, 24-04-2017
Los escritores refugiados en Barcelona Basem Al-Nabris e Irakli Kakabadze, apadrinados por el programa de “Escritor Acogido” del PEN Català, se han sumado hoy a la celebración de Sant Jordi acudiendo a actos en el Ateneu barcelonés o firmando libros en el Passeig de Gràcia.

Al-Nabris es un escritor palestino que desde 2012 vive exiliado en Barcelona. Vino como parte del programa de “Escritor Acogido” que coordina el PEN Català, una asociación internacional de escritores que centra su trabajo en la defensa de la libertad de expresión y de los escritores perseguidos.
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Este poeta nacido en 1960 en el campo de refugiados de Jan Yunis, en la franja de Gaza, tuvo que salir de su hogar después de que dos granadas destruyeran su casa en 2007. Los ataques fueron una respuesta de Hamás, que desde entonces controla Gaza, a un artículo donde Al-Nabris denunciaba las capturas y asesinatos que estaban emprendiendo los islamistas en su ciudad.

Ahora, Al-Nabris ya no forma parte del programa del PEN, pero desde 2017 ya es oficialmente un refugiado: en marzo le otorgaron su permiso de residencia y el estatuto de refugiado, que le permitirá quedarse en España durante, al menos, cinco años.

En el Ateneu barcelonés y durante los parlamentos de diversas asociaciones de escritores, la única que se acuerda de los escritores exiliados es Raffaella Salierno, secretaria general del PEN Català y directora del programa de “Escritor Acogido” desde su creación, en 2006.

“Quiero hacer un brindis también por todos los escritores que, por el simple hecho de escribir, se encuentran perseguidos alrededor del mundo”, exclama Salierno.

Cuando acaba el evento, Salierno se acerca al conseller de Cultura, Santi Vila, y le entrega un libro. Se trata de “Revolta Permanent”, el poemario que presenta hoy Irakli Kakabadze, el escritor georgiano que actualmente forma parte del programa de “Escritor Acogido”; como hiciera Al-Nabris entre 2012 y 2013.

Este programa, explica Salierno a Efe, selecciona a un escritor que se encuentre perseguido en su país de origen para que pase un período de entre uno o dos años en Barcelona, con el objetivo de que pueda desarrollar su actividad literaria con total libertad.

En 2016, Kakabadze, nacido en Georgia, se convirtió en el quinto escritor que viene acogido a Barcelona.

“Una de las cosas que consideramos más importantes de este programa es que el escritor que haya sido silenciado en su país tenga aquí la oportunidad de hacer sentir su voz”, señala Salierno.

Por este motivo, a cada escritor que viene a refugiarse a Barcelona se le propone la publicación de un libro en formato bilingüe, en catalán y en la lengua de su país de origen, con el objetivo de “crear un puente entre la cultura catalana y la cultura del país de origen del escritor exiliado”.

Este año le ha tocado a Kakabadze, que asegura que se siente muy feliz de haber sido traducido por primera vez al catalán en este libro “Revolta Permanent”, que contiene algunos poemas escritos durante el año que lleva de exilio en Barcelona.

Kakabadze tuvo que huir de su ciudad natal, Tiflis, después de que en 2015 fuera encarcelado y torturado por leer un poema frente a un juzgado, en el que acusaba a uno de los jueces de ser cómplice de unos grupos paramilitares conocidos como “escuadrones de la muerte”.

Ahora Kakabadze respira tranquilo, ojea su libro con cierta sorpresa de ver sus textos en un idioma que hasta hace un año era completamente extraño para él, y sonríe a las pocas personas que se detienen en la parada que ha preparado Adia Edicions, la editorial que publica su libro, en el Passeig de Gràcia, aunque ninguna compra su libro para pedirle un autógrafo.

Pero Irakli Kakabadze asegura a Efe que a él no le preocupa el aspecto comercial, sino disfrutar de su primer Sant Jordi y de este libro que acaba de publicar.

“Hay muchos escritores exiliados aquí. Barcelona se está convirtiendo en una capital de la paz y la literatura. Sant Jordi es increíble y lo es también para los exiliados, porque no tienes la oportunidad de ver algo así en otros sitios”, explica el autor.

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