FRANCIA Marine Le Pen acusa a sus contrincantes de "instrumentalizar" sus declaraciones sobre el holocausto
El Mundo, , 11-04-2017Tras semanas de calma mediática, Marine Le Pen ha vuelto a convertirse en el centro de los focos tras defender públicamente en una entrevista que Francia no fue responsable de la redada del Velódromo de Invierno, uno de los pasajes más oscuros de la ocupación nazi, cuando más de 13.000 judíos fueron detenidos y posteriormente deportados a Auschwitz. La declaración ha encendido no solo al resto de candidatos que la acusan de “revisionista”, también del propio país que vuelve a caer así en un debate eterno que sigue dividiendo.Le Pen y los suyos se han apresurado a denunciar la “instrumentalización” de sus palabras, cuando Emmanuel Macron o el socialista Benoît Hamon han señalado este lunes que comentarios así muestran que Le Pen es, aunque intente negarlo, la continuación de su padre. A él, el negacionismo le ha valido la expulsión del partido y la ruptura de relaciones con su hija.Con sus palabras, la líder de la ultraderecha ha conseguido sin embargo atraer todas las miradas en este lunes, el día en el que presentó públicamente su programa de lucha contra el terrorismo. Lo hizo en un lujoso centro de convenciones de la capital gala, en presencia no solo de los altos cargos del partido, también de sus apoyos más elitistas: jóvenes universitarios y miembros de las clases altas parisinas. Todos ellos mostraron su más ferviente apoyo levantándose a aplaudir a la llegada y la despedida de la que, se muestran convencidos, será la próxima presidenta de Francia.Entre ellos, Louis Aliot, uno de los vicepresidentes del partido y compañero sentimental de Le Pen, que no dudó en tachar de “gilipollas” a los que han encontrado en las palabras de la candidata la herencia ideológica de su padre. “En esta campaña ya no se puede hablar de terrorismo, de seguridad, de paro, cualquier cosa se aprovecha para centrar la atención en otros asuntos”, comentó enfadado ante la prensa.Y mientras todos la acusaban de lanzar propósitos para dividir el país, ella salió del paso marcándose un tanto al declararse más Gaullista que Los Republicanos, por defender lo que en realidad ya hicieron el General y, más adelante, el presidente François Mitterand: que Francia y el gobierno de Vichy no eran lo mismo, puesto que este último era ilegítimo. Hasta las disculpas de Jacques Chirac hacia la comunidad judía en 1995, esta era al menos la versión oficial en la que Le Pen se justifica ahora.“Una sociedad multicultural es una sociedad ‘multiconflictiva’”Una vez sobre el escenario, Marine Le Pen recuperó en un discurso de una hora todas sus proposiciones en materia de lucha contra el terrorismo, que podrían resumirse en un principio: acabar con el comunitarismo. Las líneas entre terrorismo, delincuencia e inmigración son difusas en el ideario de la ultraderechista, que encuentra en el multiculturalismo la raíz del mal. La candidata se cuidó incluso de diferenciar entre los musulmanes “que viven en el marco de las normas República”, que son “las primeras víctimas del fundamentalismo”, y los que apoyan la violencia.“Una sociedad multicultural es una sociedad multiconflictiva”, dijo. Se trata, por una parte, de forzar a estas comunidades a “asimilar” los valores republicanos, y garantizar una estricta laicidad con la supresión, por ejemplo, de los menús especiales en los comedores escolares, un “signo de capitulación”, dijo Le Pen. Por otra, para reprimir y perseguir a los culpables y sospechosos, se establecería la retirada de la nacionalidad de todos los acusados de terrorismo, la expulsión automática de criminales extranjeros de la cárceles lo que, según ella, ayudaría también a liberar plazas, junto a la creación de otras 40.000 y la instauración de una cadena perpetua real.Para “recuperar los territorios perdidos de la República”, Le Pen quiere acabar con las instituciones públicas, establecidas en busca de un ‘islam francés’, como la Fundación para el Islam de Francia, relanzada por el gobierno de Hollande. “Un callejón sin salida”, según la dirigente del FN. Le Pen hizo referencia también a lo que llamó “perfiles híbridos”, es decir, personas con antecedentes por delitos leves, “blancos fáciles” para las organizaciones yihadistas. Según ella, estos perfiles se caricaturizan y se ignoran. Se entiende, que en esta dinámica de ver la delincuencia y el yihadismo como un todo, Le Pen incluyera entre sus propuestas de lucha contra el terrorismo, otras que van más bien en el sentido de establecer un estado policial permanente que refuerce los poderes de los agentes, con la autorización de actuar en legítima defensa al mismo nivel que los gendarmes o la retirada de las ayudas sociales para los padres de menores juzgados por delincuencia.Además, insistió en propuestas ya explicadas anteriormente, como el cierre de las mezquitas salafistas, la inscripción en la Constitución de un mínimo presupuestario del 2% del PIB en Defensa, que alcanzaría el 3% durante su mandato. También, el restablecimiento de las fronteras interiores, un acogida máxima de 10.000 inmigrantes por año, la abolición del derecho de suelo, la creación de 6.000 puestos aduaneros y el establecimiento de una agencia única de lucha contra el terrorismo con formación especial en la detección de perfiles de “potenciales yihadistas”.
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