Los latinos toman Los Ángeles en defensa de la inmigración

La izquierda tradicional se ve sorprendida por la cada vez más influyente alizanza entre sindicatos, Iglesia católica y latinos

La Vanguardia, 27-03-2006

. – La manifestación de mayor asistencia que se ha visto jamás en Los Ángeles – medio millón de personas – parecía confirmar el sábado el temor del presidente George W. Bush de que el crispado debate esta semana en el Congreso sobre nuevos controles a la inmigración indocumentada en EE. UU. “va a provocar muchas divisiones”.
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Convocada por una alianza de creciente influencia en California que une a sindicatos – ya mayoritariamente iberoamericanos – , la Iglesia católica y grupos de defensa de los derechos de inmigrantes, la manifestación sorprendió hasta a la izquierda tradicional. “Es como si hubiese aterrizado una nave espacial”, dijo Mike Davis, autor de Ciudad de cuarzo.No tiene parangón en la historia de protestas en Los Ángeles y rebasó en número las manifestaciones contra la guerra de Vietnam.
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La cuestión de la inmigración indocumentada ha provocado profundas hendiduras en ambos partidos, pero sobre todo en el republicano. Esto se ve reflejado en los varios proyectos de ley que se debatieron en el Senado la semana pasada. Los sondeos muestran una creciente preocupación entre los ciudadanos, y ya no sólo de los estados fronterizos. Un sector del partido republicano encabezado por el posible candidato presidencial Bill Frist quiere aprovecharlo y presentará una ley basada en la criminalización y una mayor seguridad fronteriza.
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Por su parte, otro senador presidenciable republicano, John Mc – Cain, se ha juntado con el senador demócrata Edward Kennedy, que propone legalizar la situación de todo inmigrante indocumentado que se comprometa a trabajar durante seis años o más, que aprenda inglés y que pague los impuestos. La economía estadounidense siempre ha usado mano de obra inmigrante para controlar los sueldos en sectores como la construcción, la hostelería y determinada industrias.
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Bush, por sus vínculos con la comunidad empresarial, estaba más cerca de la postura de McCain y Kennedy, aunque ha endurecido su discurso últimamente. Ahora propone un término medio: apoyar la legalización de inmigrantes con contrato laboral sin reconocer el derecho a quedarse indefinidamente, como la amnistía de Ronald Reagan hace 20 años: “Estoy firmemente contra la amnistía”, dijo el viernes. Pero añadió que hay que buscar una solución “que sea propia de la historia y las tradiciones de Estados Unidos”, en referencia a que es un país de inmigración. Los organizadores de la protesta en Los Ángeles instaron a los manifestantes a portar banderas de barras y estrellas para reivindicar esa tradición.
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