El Estrecho deja de ser la ruta principal para el tráfico de inmigración ilegal

La Razón, 26-03-2006

Ceuta. La zona del Estrecho de Gibraltar ha dejado de ser en las últimas
semanas la «ruta preferente» para la llegada de inmigrantes irregulares a
las costas españolas, debido a que las redes de inmigración clandestina
han decidido cambiar los itinerarios y diversificar los métodos.
   Según informaron a Efe fuentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad
del Estado, los 14 kilómetros que separan la costa de Marruecos o Ceuta de
la zona sur de Andalucía han dejado ser la vía más utilizada en lo que
llevamos de año para el tráfico de embarcaciones clandestinas.
   El incremento de las medidas de seguridad en el paso fronterizo que separa
Ceuta de Marruecos, así como la puesta en funcionamiento del SIVE en el
Estrecho, han motivado que las organizaciones que trafican con seres
humanos hayan decidido cambiar sus rutas y apostar por otras alternativas.
   La salida de las embarcaciones directamente desde Mauritania hasta Canarias
es un buen ejemplo para determinar que las redes han decidido cambiar sus
planteamientos, a pesar de que el Estrecho de Gibraltar continúa siendo
una de las principales «autopistas» de la inmigración clandestina. Fuentes
de la Delegación del Gobierno en Ceuta han explicado a Efe que la presión
ejercida por Marruecos ha permitido desviar este tráfico de inmigrantes,
sobre todo al existir un mayor control en los 8,2 kilómetros de perímetro
fronterizo terrestre a raíz de la última avalancha.
   Fuerte
control. El aumento de las medidas de seguridad, tanto en medios humanos
como materiales, ha permitido que la normalidad se mantenga en el paso
fronterizo, donde se han eliminado las escenas de inmigrantes intentando
saltar el doble vallado o de personas que se quedaban enganchadas en la
verja.
   El 29 de septiembre de 2005, cuando unos 700 inmigrantes
subsaharianos intentaron entrar masivamente en Ceuta, ha marcado, según
las fuentes, «un antes y un después», ya que desde esa fecha no se ha
vuelto a registrar ningún intento de entrada ilegal por la frontera.
   No obstante, un portavoz policial reconoció a Efe que «no se puede bajar la
guardia», ya que se trata únicamente de «rachas».
   

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