Los inmigrantes se rebelan en la «tierra prometida»

Al menos 100.000 manifestantes protestan en Los Ángeles contra la restrictiva ley de inmigración

La Razón, 26-03-2006

Nueva York – Unos 100.000 manifestantes y subiendo. Fue imposible para la
Policía de Los Ángeles precisar el número exacto de protestantes que se
echaron ayer a la calle de esta ciudad californiana para alzar su voz
contra la ley de inmigración que se va a debatir en el Senado a partir del
próximo martes. Los organizadores hablaban de 500.000 manifestantes. A los
inmigrantes en situación ilegal, les va algo más que la vida en ello, la
cual ya se juegan cuando cruzan la frontera de forma clandestina. Al otro
lado, les espera el gran sueño americano, que ahora pasa por trabajar más
de 12 horas diarias para ganar dinero con el que mantienen a sus familias
en sus respectivos países y les da para vivir en Estados Unidos. Suene
como suene, todos coinciden en que es mejor que lo que hay en sus lugares
de origen.
   La ley contra la que protestan, aprobada por la Cámara de
Representantes en diciembre, establecería como delito mayor la permanencia
ilegal en el país, impondría nuevas penas a quienes empleen inmigrantes de
forma ilegal y levantaría barreras a lo largo de una tercera parte de los
3.100 kilómetros de la línea fronteriza entre EE UU y México. Dicho de
otra manera, Estados Unidos se lo pondría cada vez más difícil a los casi
12 millones de inmigrantes en situación ilegal que trabajan en el mismo
país. California, junto con Nueva York y Florida, es el Estado que alberga
a más inmigrantes.
   Ayer también George W. Bush puso paños
calientes a través de su discurso de radio semanal de los sábados. EE UU
«es una nación de inmigrantes, y también un país de leyes», dijo el
presidente norteamericano ante este asunto, que además tiene dividido al
Partido Republicano. «Mientras debatimos sobre inmigración debemos tener
presente que se trata de individuos que trabajan duro, haciendo trabajos
que los estadounidenses no hacen, y que contribuyen a la vitalidad
económica de nuestro país», reconoció Bush.
   Estas palabras quedaban muy lejos en las calles de Los Ángeles, donde
los manifestantes ondeaban banderas de EE UU, México
   y otros
países. El viernes, miles de personas marcharon contra esta reforma
también en Los Ángeles, Phoenix y Atlanta. Las protestas, que paralizaron
escuelas y oficinas, continuarán hasta el 10 de abril.
   Asís,
esta controvertida estará en la agenda del Senado estos días, a pesar de
la oposición de los miembros del Partido Demócrata y algunos republicanos,
enfadados porque se había excluido la cuestión del «visado de trabajador
huésped». Este último tipo de visado será uno de los puntos más
controvertidos. Ha sido propuesto por el senador republicano por el Estado
de Arizona, John McCain, y el demócrata por Massachussetts Edward Kennedy.
El mismo proporcionaría 400.000 visados sólo en el primer año y permitiría
a los participantes que, después de seis años, solicitasen la residencia
permanente.
   Esta propuesta, respaldada por los empresarios, sería
una fuente de trabajo para los programas que traen de fuera del país
45.000 agricultores, 65.000 especialistas en alta tecnología y extranjeros
altamente cualificados en otras materias.
   

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