Dinamarca ya no es lo que era. No hace mucho, el país se enorgullecía de su humanismo, de su generoso presupuesto de ayuda exterior y de su actitud de bienvenida hacia los extranjeros. Pero los tiempos ha cambiado, algo de lo que la comunidad internacional ya se percató en enero, cuando el Parlamento aprobó una ley que autorizaba a confiscar dinero y objetos de valor a los refugiados para costear su estancia.

Esta semana, la ministra de Integración del país, Inger Stojberg, celebró la aprobación de la legislación número 50 contra la inmigración con un pastel. “Hoy se ha pasado la restricción número 50 a la inmigración. ¡Esto debe ser celebrado! “, Escribió Stojberg en un post en Facebook el martes. En la imagen posaba sonriente con la tarta, adornada con frutas, la bandera danesa y el número 50 dibujado con chocolate.

El mensaje inmediatamente provocó una fuerte reacción en las redes sociales y los medios de comunicación daneses, que lo vieron como una muestra del retroceso populista contra la inmigración que se extiende por toda Europa. Ahora es honorable jactarse de hacer la vida más difícil a los refugiados.

Haifaa Awad, una médica danesa voluntaria en Siria, dejó un mensaje en el post de la ministra afirmando que enviaría la fotografía a “los pocos médicos sirios que todavía luchan por salvar vidas humanas de las bombas de cloro en Siria”.

Un dibujante danés publicó una caricatura en Twitter de una chica refugiada sin brazos mirando a Stojberg mientras sostiene la tarta. “Si no hay brazos, no hay pastel”, dice la caricatura. La Cruz Roja Danesa ha animado a la gente a donar 1 corona danesa por cada regla que restrinja los derechos de los refugiados. Otros internautas felicitaron a la ministra por su valentía: “No muchos se atreven a hacer lo que está haciendo. Siga con el buen trabajo”, reza un mensaje.

No es la primera vez que Stojberg genera controversia. En enero del año pasado, fue objeto de críticas después de advertir en un discurso que un centro de día público en la ciudad danesa de Aalborg había prohibido a los niños comer carne de cerdo, sugiriendo que la prohibición era resultado del multiculturalismo. Cuando los medios de comunicación locales revelaron que no existía tal prohibición, dijo que lamentaba haber explicado la historia, que ella creía correcta.

Stojberg ha defendido su mensaje en Facebook alegando que las 50 normas restrictivas para la inmigración son un hito. “No es nada nuevo celebrar victorias políticas”, señaló añadiendo que ella misma encargó y pagó el pastel.