valencia. Una mafia de inmigración transporta a refugiados kurdos en camiones frigoríficos, desde la Comunitat Valenciana al centro de Europa, tras cobrarles importantes cantidades de dinero por ocultarlos en los remolques para cruzar las fronteras. En menos de un mes, las fuerzas de seguridad del Estado han detectado tres tráileres, con familias y niños de cortad edad dentro, en la autovía Mudéjar en la provincia de Teruel y en la planta de Eroski en Elorrio (Vizcaya).

En este último municipio, un camionero descubrió el pasado jueves a dos familias (un matrimonio con tres hijos de 4, 7 y 10 años y una joven madre con un bebé de un año) cuando se disponía a descargar la mercancía que transportaba. El vehículo procedía de Murcia aunque su conductor paró de noche en Valencia, donde subieron los refugiados kurdos. El Ayuntamiento de Durango alojó a las familias en dos pisos, donde permanecieron 11 días y luego se marcharon sin dejar rastro.

Los refugiados explicaron a la policía que habían huido de los intensos bombardeos en la zona del Kurdistán iraquí, próxima a la frontera con Siria, asediados por los ataques del grupo terrorista ISIS. Un escenario donde el miedo juega a favor de quienes están dispuestos a hacer negocio con vidas humanas.

La policía sospecha que las dos familias llegaron a España con el apoyo de alguna de las mafias que operan entre Grecia y Turquía. Según las investigaciones, esta organización criminal tiene algún miembro afincado en la Comunitat Valenciana. La red de inmigración ilegal habría cobrado miles de euros a los refugiados por intentar llevarlos hasta Reino Unido en un viaje dramático, a bandazos por las carreteras, en el que habrían recalado en Polonia, Alemania, Suiza y, finalmente, en Valencia. Las dos familias subieron, quizá por error, a un camión que había partido de Murcia y que se dirigía a la principal base logística de Eroski.

La policía sospecha que estos refugiados han retomado el contacto con algún integrante de la red para volver a intentar cruzar las fronteras. La Guardia Civil también ha aumentado la vigilancia en la A – 23, una de las autovías más utilizadas por las mafias de la inmigración.