Cara a cara con el islam de fondo
El ultraderechista Geert Wilders y el primer ministro Mark Rutte, empatados en los sondeos, se enfrentan en un tenso debate antes de los comicios de mañana La integración de los musulmanes y la crisis con Turquía centran la campaña
El Mundo, , 14-03-2017Ha sido el único debate entre el populista Geert Wilders y el primer ministro holandés, Mark Rutte, desde que comenzara la campaña electoral hace tres semanas. Pero el esperado encuentro de ayer fue agresivo, feroz, lleno de ironías y rodeando una única cuestión: el islam.
Para el liberal, la identidad holandesa está amenazada por la falta de integración. Para el ultraderechista, la única solución para personas como Erdogan es «cerrar las fronteras» al islam, a los refugiados, a los inmigrantes y a la Unión Europea. Mientras Rutte jugaba el papel de líder político que ha asumido la responsabilidad de los Países Bajos en tiempos de crisis (desde 2012 hasta hoy), Wilders se encargó de poner en duda y atacar constantemente la credibilidad del liberal como primer ministro. «¿Quién confía a estas alturas en Rutte? Nadie, nadie se lo cree», aseguró el líder del Partido de la Libertad (PVV). El populista se perfiló como el salvador de un país «islamizado», aunque no propuso ninguna medida económica, educativa o social. El debate de ayer puso en evidencia que sus únicas propuestas, no detalladas, son prohibir el islam y convocar un referéndum para sacar a los Países Bajos de la Unión Europea.
La última encuesta conocida prevé un resultado de 24 escaños para Wilders y otros 24 para Rutte, ambos resultados representativos de casi la mitad del electorado holandés. Tendrán que buscar el desempate mañana miércoles. Los dos políticos se han negado a trabajar juntos en un futuro. Rutte advirtió de que «no va a cooperar [con el PVV], no en un gabinete, no en un gobierno tolerante, nunca, jamás». Mientras, Wilders, que tampoco mostró interés en una coalición con el liberal VVD, calificó de «insulto a los votantes» la negativa de todos los partidos holandeses a formar una coalición de gobierno con él.
El primer ministro reconoció en una entrevista previa al debate que hay «una gran posibilidad de que Wilders sea el partido más grande» de los Países Bajos mañana. «El 23 de junio me fui a dormir pensando que el Brexit sería rechazado, a la mañana siguiente me di cuenta de que estaba equivocado. Nunca pensé que Trump fuera a ganar en EEUU, y hoy es presidente», advirtió Rutte a los votantes, a los que pidió acudir a las urnas para «establecer un precedente de ruptura del populismo» en Europa.
Las elecciones holandesas son las primeras de unos cuantos comicios europeos que van a tener lugar este año, pero estas elecciones son fundamentales para medir la fuerza real del populismo en el continente. Los analistas esperan que los resultados tengan un impacto sobre la tendencia ultraderechista que está ganando espacio tras la victoria de Trump.
La crisis turca también centró el careo. «El conflicto diplomático con Turquía está escalando más y más. Tenemos que expulsar al embajador turco y a todo su personal», exigió el populista a su contrincante, que le respondió entre los aplausos de los asistentes al debate que ahí está la diferencia «entre tuitear cómodamente desde el sofá de casa y gobernar un país» como Holanda. Esta ironía, que Rutte repitió en más de una ocasión, recuerda que Wilders dedicó las tres últimas semanas a criticar al Gobierno a través de Twitter, y se negó a participar en los debates electorales y en las entrevistas organizadas por los medios de comunicación holandeses. «Sólo hago las cosas que me gustan, y eso no me gusta», contestó una vez, preguntado por su rechazo a los encuentros previos a los comicios del 15 de marzo.
Turquía no se lo ha puesto fácil a los votantes holandeses porque este conflicto está estos días en boca de todos. «Este fin de semana he manejado la crisis diplomática con Turquía tal y como lo haría la próxima vez que ocurra», dijo el primer ministro. Wilders añadió: «El problema en los Países Bajos es que cientos de miles de turcos no están integrados», un 60% de esos ciudadanos apoya a Erdogan, según él, y lo han demostrado saliendo a las calles a protestar por la decisión de Rutte, y a favor de un presidente que llamó «nazis» y «fascistas» a los holandeses.
Esas amenazas e insultos por parte de Turquía no han cesado y la crisis está lejos de solucionarse. Ankara exigió disculpas oficiales a Holanda y pidió una investigación del «uso excesivo» de la fuerza por parte de los policías holandeses en las cargas contra dos manifestaciones pro Erdogan en Ámsterdam y en Rotterdam. Los agentes utilizaron cañones de agua y perros para dispersar las protestas. Algunas de las fotografías, en las que se ve a algunos ciudadanos turcos siendo atacados por perros, fueron utilizadas por las autoridades turcas para denunciar violaciones de derechos humanos.
La UE, que pidió a Erdogan que se contenga en sus amenazas e insultos, también acabó pagando los platos rotos. Un ministro turco pidió «reconsiderar» parte del acuerdo migratorio que tantas negociaciones costó a los europeos, para que Ankara se hiciera cargo de los refugiados sirios. Turquía tampoco permitirá el aterrizaje de aviones diplomáticos holandeses en su territorio ni el regreso del embajador holandés a Ankara. Toda una ruptura a alto nivel diplomático. «No vamos a ceder a los chantajes», respondió Rutte a esas amenazas, mientras que Wilders siguió repitiendo: «Os lo llevo advirtiendo desde hace una década».
erdogan acusa a merkel de «apoyar el terrorismo»
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, acusó ayer a la canciller alemana, Angela Merkel, de estar «apoyando el terrorismo», en un nuevo episodio de ataques dentro de la crisis diplomática abierta por la cancelación de actos de campaña electoral de ministros turcos en varios países europeos. «Alemania está apoyando el terrorismo de forma abierta. Puedes tomar partido por Holanda todo lo que quieras. Señora Merkel, estás apoyando el terrorismo», dijo el político islamista en declaraciones a la emisora A Haber, según recoge la agencia Efe. La canciller alemana consideró «aberrantes» y «totalmente absurdas» las acusaciones de Erdogan, a través de una declaración escrita difundida por su portavoz. «Merkel no tiene ninguna intención de participar en una carrera de provocaciones», dijo el portavoz germano, según informa Carmen Valero desde Berlín. Los insultos de Erdogan se produjeron después de que Merkel mostrara ayer su «total apoyo y solidaridad» al Gobierno holandés en el contencioso abierto con Turquía por la prohibición de actos electorales de dos ministros turcos, el sábado pasado en Rotterdam.
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