El Día Internacional de los Derechos de las Mujeres celebra 40 años de existencia bajo el amparo de la ONU, y tiene una resonancia particular en la era del presidente Donald Trump. En Nueva York, la organización Women´s March organiza dos eventos bajo el lema #ADayWithoutAWoman.

Se invita a las mujeres a ausentarse de sus trabajos y a no consumir para demostrar “el valor que las mujeres aportan a la economía”. En la web de Women´s March se puede descargar una carta modelo para presentar al empleador. En Brooklyn, la escuela Marple Street School cerrará sus puertas en solidaridad con las profesores huelguistas.

Los manifestantes se encontrarán a medio día al sur de Central Park, entre la calle 59 y la 5ª Avenida, a unos pasos de la Trump Tower. Los organizadores quieren que sea una “muestra de solidaridad y amor revolucionario”. Los participantes acudirán vestidos de rojo, símbolo de lucha.

Por la tarde se juntarán en Washington Square para andar 2,5 kilómetros hasta el Zucotti Park, cerca de Wall Street. La protesta hará paradas en lugares clave de las luchas feministas y LGBT :Triangle Shirtwaist Factory (fábrica donde murieron 123 mujeres en un incendio en 1911) , o el Stonewall, punto de partida de la lucha por los derechos LGBT en 1969.

La marcha de las mujeres en Washington el día después de la investidura del presidente Trump marcó el inicio de una ‘nueva’ lucha feminista. Así lo expresaron recientemente ocho activistas reconocidas, entre ellas la ex black panther Angela Davis para el diario The Guardian: “No basta con oponerse a Trump y a sus políticas agresivamente misóginas, homofóbicas, transfóbicas y racistas. También tenemos que apuntar al ataque neoliberal en curso contra las prestaciones sociales y los derechos laborales”.

En EE.UU. las desigualdades entre hombres y mujeres siguen de actualidad. Según el Instituto Women´s Policy Research, por cada dólar ganado por un hombre, las mujeres solo ganan 80 centavos. Y la situación empeora para las mujeres de las minorías latinas y negras. Otros temas son también motivos de lucha: EE.UU. no otorga bajas por maternidad remuneradas, es el único país en el continente en hacerlo, y de los pocos en el mundo.

La voluntad de Trump de quitar el programa social de salud del ex presidente Obama, no mejorará la situación de las familias más pobres. Trump prevé también cortar los fondos otorgados a Planned Parenthood, asociación que facilita el acceso al aborto. Para regocijo de la derecha conservadora, hace unas semanas el vicepresidente Mike Pence asistió a una marcha masiva antiaborto como estrella principal.

Los organizadores esperan que ese día sea tan exitoso como la marcha del pasado 21 de enero en Nueva York. Más de 400.000 personas desfilaron en la 5ª Avenida.

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