Los refugiados kurdos huían del Estado Islámico
Todavía no han decidido si se quedarán en Durango, donde podrían tener hasta cuatro años de «apoyo continuado»
Diario Vasco, , 06-03-2017En un mapa, el único hombre de las siete personas halladas el jueves en el interior de un camión frigorífico estacionado en Elorrio, señalaba la zona del Kurdistán iraquí más próxima a la frontera con Siria. De ahí huyeron asediados por los bombardeos del Estado Islámico, por el «miedo» y por la falta de un mañana para sus hijos. Así se lo explicaba ayer a la diputada de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, Teresa Laespada, que, acompañada de su homóloga en Durango, Pilar Ríos, visitaban a las dos familias acogidas en un piso de emergencia social del Ayuntamiento de Durango. Se encuentran bien, pero «lo han vendido todo» para poder empezar una vida nueva y pagar con ello a la organización criminal alavesa que les iba a introducir en Inglaterra. «Apenas han querido hablar de cómo ha sido esa huida, lo único que nos han dicho es que lo han pasado muy mal y que el tránsito ha sido muy difícil», apunta Laespada.
Llegaron a Elorrio agotados y muy desorientados. El bebé de 18 meses tenía fiebre alta y una de las dos mujeres fue trasladada al hospital de Galdakao con vómitos. Habían pasado escondidos 15 largas horas en el interior de un camión frigorífico que según fuentes cercanas a la investigación habían tomado por equivocación y su intención era llegar a Inglaterra. Ayer, una hora antes de que diera comienzo la concentración organizada por la plataforma ‘Ongi Etorri Errefuxiatuak’ de Durango, la diputada socialista quiso conocer de primera mano el estado de las dos familias kurdas, una madre «muy joven» con un bebé de 18 meses y una pareja con hijos de 4, 7 y 10 años que fue interceptada a mediados de febrero cuando trataba de subir a un ferry que enlaza Santurtzi y el puerto de Portsmouth.
Durango sale a la calle en apoyo a las personas refugiadas
Recuperados ya del viaje en un piso de acogida, los cuatro menores jugueteaban en el comedor y saboreaban unos chupachups que las políticas les entregaron. Sus padres sin perderles de vista trataban de asimilar toda la información que les ofrecían con la ayuda de un traductor de Cruz Roja. Llegaron a España dirigidos por una organización criminal alavesa que les cobró miles de euros para intentar llevarles a Reino Unido, en un desesperado viaje que incluyó vuelos a Polonia, Alemania, Suiza y finalmente Valencia.
«Apenas han querido hablar de cómo ha sido esa huida, lo han pasado muy mal»
La detención del jueves en la planta de Eroski en Elorrio, en la que fueron descubiertos por el conductor del camión, su vida da un nuevo giro inesperado que les está haciendo sopesar si continuar su viaje hasta entrar de manera ilegal en Reino Unido dónde cuentan con familiares o quedarse en Durango.
«Al viajar con cuatro menores les hemos recomendado que pidan asilo aquí donde contarán con casi cuatro años de apoyo continuado». A los nueve meses que ofrece el Estado español se suman los tres años de apoyo lingüístico, sociolaboral, vivienda y prestaciones técnicas que pone a su disposición la Diputación vizcaína. Laespada también les advirtió de las «trabas» y la política de inmigración que cuenta en estos momentos Inglaterra. «Se lo están pensando» y les quedan 10 días para tomar una decisión, ya que será entonces cuando expire el plazo de acogida. «La Diputación está para ayudarles, no podemos quedarnos impasibles, pero la decisión es libre y la respetamos», admitía. En este sentido, Durango también ha manifestado su apoyo. «Somos un pueblo que está deseando acogerles», matizó Pilar Ríos.
Hermanamiento
El de estas dos familias no es un caso aislado. Son constantes las denuncias de Amnistía Internacional de los abusos tanto de las tropas gubernamentales iraquíes como de las milicias que les apoyan en la lucha contra el Estado Islámico en esta zona fronteriza. Este mismo viernes, en la ciudad Mosul, donde las fuerzas iraquíes tienen acorralado al ISIS, el Comité Internacional de la Cruz Roja denunciaba que cinco niños y dos mujeres habían sido hospitalizadas por heridas producidas por armas químicas.
El durangués Mikel Gandarias, que visitó la zona el pasado año y que es miembro de la plataforma ‘Ongi Etorri Errefuxiatuak’, asegura que «el país vive una situación convulsa» azotado por la crisis del petróleo y el Estado Islámico. «No existe una seguridad real y en la zona fronteriza con Siria la huella de ISIS, el miedo y los atentados era palpable», explicaba Gandarias que recordaba cómo cada cinco kilómetros se alzaba un puesto de control. Fruto de ese viaje el Ayuntamiento de Durango inició los trámites para el hermanamiento entre la ciudad de Kobane en el Kurdistán sirio y Durango, también han formado la ONG Suargi de apoyo a ese pueblo y que hoy recibirán la recaudación de la Lilakrossa para la construcción de una Casa de la Mujer en Kobane.
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