Cientos de ciudadanos salieron ayer a las calles de Pretoria, una de las tres capitales de Sudáfrica, en una oleada de protestas xenófobas contra los inmigrantes de otras nacionalidades africanas. Los nacionales acusan a algunos inmigrantes de estar involucrados en negocios de drogas y prostitución. La policía antidisturbios disparó gases lacrimógenoes, cañones de agua y balas de goma para dispersar a los ciudadanos, pese al carácter pacífico de la marcha.

Después, esta marcha colisionó con otra de extranjeros que protestaban contra la xenofobia. Ambos grupos se enfrentaron a insultos blandiendo palos y piedras. En ese momento, la policía antidisturbios intervino. Un grupo se dirigió hasta el Ministerio de Asuntos Internos donde permaneció horas. No se han publicado datos de heridos ni detenciones.

No es la primera vez que los sudafricanos manifiestan su descontento por la inmigración de otros países africanos. Con una tasa de paro superior al 27%, según cifras oficiales, pero que podría ser mayor, el segundo país del África negra con mayor PIB es uno de los destinos predilectos de los Estados vecinos para buscar trabajo.