valencia. Ser voluntario de Cáritas implica una responsabilidad. Antes de incorporarse a realizar una tarea concreta, los colaboradores necesitan recibir un curso, que puede ser presencial o con la modalidad online.

Rosa Medina, responsable de formación, explica que de esta forma se da a conocer lo que es Cáritas «y el estilo propio de nuestra organización».

Estos días ha comenzado uno en Cáritas Diocesana que cuenta con unos 60 asistentes y una treintena más siguen otro en la modalidad online.

Además, según explica Medina, el curso permite conocer a las personas y saber en qué labor pueden encajar mejor. Las posibilidades que ofrece la entidad benéfica a sus colaboradores abarcan desde programas para atender a personas sin hogar, talleres, atención de personas mayores, acompañamiento de familiares o enseñar castellano a los inmigrantes .

La organización cuenta con 220 centros diocesanos que suman 400 si se tienen en cuenta las fundaciones, lo que hace un total de más de 600 en toda la diócesis.

Afortunadamente Cáritas, resalta Medina, no necesita hacer promoción para conseguir voluntarios: «La gente se acerca y se interesa porque la organización y su trabajo es ya muy conocida», dijo Medina, quien señaló que tienen dos cursos presenciales y otros cuatro online.

Además, añadió Medina, antes de aceptar a una persona como voluntario se le hace una entrevista para saber, entre cosas, qué puede y qué quiere hacer.

Fernando lleva 25 años como voluntario de Cáritas. «Creo que los voluntarios venimos a dar pero al final es la gente a la que ayudamos la que siempre nos aporta algo nuevo y que no esperábamos», explicó.