El centro de Barcelona se convirtió
ayer por la tarde en una marea azul.
El color elegido por la campaña Casa
Nostra, Casa Vostra como símbolo
del Mediterráneo que ha traido
miles de muertos cuando trataban
de llegar a las costas europeas. Y es
que la manifestación para protestar
por la poca implicación del Gobierno
y de la Unión Europea para acoger a
refugiados que huyen de zonas de
conflicto desbordó a los organizadores,
que veían cómo la mayoría de
los asistentes se iban sumando conforme
el recorrido avanzaba.
Hasta 160.000 personas contó la
Guardia Urbana pese a que la organización
situó la cifra en 300.000,
por lo que aseguraron que se trataba
de la manifestación «más grande
de Europa por los refugiados» e instó
a hacer un frente común entre la
ciudadanía, las instituciones y las organizaciones
para dignificar las condiciones
de estas personas.
Organizaciones y partidos políticos
aprovecharon su presencia en la
protesta para reclamar al Gobierno
que cumpla con su compromiso para
atraer los 17.000 refugiados que
acordó con la Unión Europea, además
de censurar los acuerdos para
dejar a los asilados en zonas cercanas
como Turquía. También lamentaron
los miles de muertos en el Mediterráneo
por estos desplazamientos
y la tragedia humanitaria en los
campos de refugiados.
La manifestación también contó
con su polémica soberanista ya que
se vieron numerosas esteladas en la
zona con presencia mayoritaria de
entidades independentistas, así como
las referencias a «un Estado propio
para ser más solidario y poder
acoger» que han hecho representantes
de Òmnium Cultural. En este
sentido, Ciudadanos lamentó que se
intente aprovechar la manifestación
de refugiados para alimentar el debate
separatista. La diputada de esta
formación, Sonia Sierra, recordó
que fue a la protesta «para apoyar la
acogida de los refugiados y para exigir
que se cumplan los tratados internacionales
».
El diputado de ERC en el Congreso,
Gabriel Rufián, afirmó que Cataluña
«será un país abierto a todos o
no será», mientras que la presidenta
del Parlament, Carme Forcadell, lamentó
la «política nefasta de la
Unión Europea» con las personas
que huyen de conflictos. La portavoz
del Govern, Neus Munté, recordó
que «estamos coordinados, preparados
y movilizados para acoger refugiados
» y la diputada de la CUP Gabriela
Serra afeó a la Generalitat y al
Ayuntamiento de Barcelona que no
se escuden en la «negligencia» del
Gobierno para hacer políticas de
acogida. El líder del PSC, Miquel
Iceta, destacó que se trataba de una
«manifestación cívica» y pidió un
«cambio» en las políticas de las instituciones
europeas ya que «la crisis
actual no es inocente, y la ha causado
la presencia de los países occidentales
en el Medio Oriente».
Precisamente, en el acto final de la
manifestación, los organizadores insistieron
en que llenar las calles «no
es suficiente» por lo que reclamaron
el cumplimiento de los acuerdos tomados
por los gobiernos. La protesta
acabó con intervenciones de varios
refugiados y una simulación de
un rescate en el mar entre la Fura
dels Baus y Proactiva Open Arms.