La Comisión Europea ha valorado de manera positiva la actuación de España en la tragedia humana derivada de la última oleada de inmigrantes irregulares llegados a Canarias procedentes de Mauritania, según consta en el informe de Peter Bosch, funcionario que acompañó a la delegación española en su viaje a Nouakchnott y Noadibú, los pasados días 15 y 16 de marzo de 2006.

El documentos destaca que «los principales resultados de la misión son satisfactorios», teniendo en cuenta que actualmente existe una «claro compromiso» de Mauritania para cooperar «al máximo nivel» con las autoridades de España y de la Unión, en todas aquellas materias que pudieran ayudar a poner freno a la entrada de inmigrantes ilegales.

En este sentido, el informe hace referencia a la necesidad de mejorar los controles marítimos a corto plazo y alude al plan que pondrá en marcha España en los próximos días para ofrecer soporte y patrulleras a Mauritania.

Centros de acogida

El enviado de la Comisión Europea destaca la discusión acerca de la puesta en marcha de cuatro centros de acogida en este país africano y sobre la voluntad de su Gobierno de ampliar la colaboración contra el tráfico de seres humanos. «También se abordó el convenio de readmisión, pero no se alcanzó un acuerdo formal sobre el retorno efectivo de inmigrantes», señala el estudio. En cualquier caso, las autoridades mauritanas han aceptado ya la repatriación de un primer grupo de 170 inmigrantes irregulares.

Según el informe, las prioridades de España y Mauritania respecto a los acciones que debería poner en marcha la Unión Europa pasan por normalizar las relaciones entre las autoridades comunitarias y este país africano e impulsar un encuentro en el contexto de los acuerdos de Cotonos, en materia de inmigración legal, derechos de los inmigrantes e integración.