La Guardia Civil prevé que se producirá un incremento de la llegada a las costas españolas de barcos chatarra negreros, “fletados por organizaciones criminales desde diversos puertos de África occidental”, según figura en el proyecto Atlantis de cooperación con Mauritania que ha decidido adelantarse seis meses ante la salida masiva de embarcaciones.


Mientras se ultima esta colaboración, el Gobierno no acaba de ponerse de acuerdo sobre cuándo conoció el cambio en los flujos migratorios y el aumento de
sin papeles
dispuestos a emprender el viaje.


Ayer, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, aseguró que se han puesto en marcha las medidas para evitar muertes en el mar de inmigrantes procedentes de Mauritania, ya que “desgraciadamente el fenómeno no es de hace tres meses”, en referencia a la nota de la Guardia Civil en la que se ordenaba intensificar la vigilancia porque ya habían muerto entre 1.200 y 1.700 indocumentados.


Desde principios de 2005

Camacho explicó ayer que a principios de 2005 se empezó a observar, por las informaciones que llegaban al Ministerio del Interior a través de los servicios de inteligencia y del agregado policial en Mauritania, que los flujos migratorios se habían modificado y ya no partían de Marruecos sino desde Mauritania.


El lunes Interior negó conocer la nota de trabajo de la Guardia Civil con la orden dada a Canarias, a pesar de que se basaba en los datos llegados al Ministerio a los que ayer se refirió Camacho.


Y dio más pistas al concretar que la solución de patrullaje conjunto se diseñó “mucho tiempo atrás” del informe del Instituto Armado, en concreto en abril de 2005. El rifirrafe político y los mentís continuaron en la sesión de control al Gobierno.


La vicepresidenta del Gobierno, Fernández de la Vega, no tuvo empacho en reconocer que han sido muchos los informes recibidos por el Gobierno sobre la intensidad de la inmigración desde Mauritania y aseguró que a partir de ellos, sólo en los tres primeros tres meses del año, se ha salvado la vida a cerca de 1.700 personas (la cifra coincide con los muertos estimados en las informaciones del CNI).


“Soy de las que cree que la demagogia tiene las patitas muy cortas”, replicó al secretario general del PP, Ángel Acebes, quien había calificado de “desastre” la gestión de los inmigrantes.


Antes de estas acusaciones mutuas, Rajoy declaró que el fiscal general del Estado, Cándido Conde – Pumpido, debería actuar de oficio para investigar la “ocultación” por parte del Gobierno de la nota de la Guardia Civil que alertaba del “fallecimiento masivo” de inmigrantes.


Para ayudar a frenar esta avalancha ya se ha desplazado a Mauritania una delegación de la Guardia Civil. Las patrullas conjuntas tendrán su base en Nuadibú, la operación durará tres meses y la patrullera contará con seis agentes españoles y dos mauritanos. “Hay que evitar a toda costa que salgan barcos negreros porque si se nos hunde uno, tenemos 200 muertos”, señalan en la Benemérita.