Valencia ha pasado de tener 797.000 habitantes, en el último censo, a superar los 807.000. El vertiginoso ritmo de crecimiento poblacional se debe a la masiva llegada de inmigrantes desde el último año.

“No hemos parado de tener colas y colas de inmigrantes empadronándose en Valencia y esto es debido a la política de inmigración que está llevando a cabo el Gobierno”, señaló ayer el concejal de Administración General, Vicente Igual.

La avalancha de empadronamientos se produjo a final del año pasado cuando el Instituto Nacional de Estadística publicó un decreto en el Boletín Oficial del Estado que señalaba que las inscripciones padronales de extranjeros no comunitarios debían renovarse cada dos años.

Esto provocó colas kilométricas en las oficinas municipales. El Ayuntamiento tuvo que reforzar el personal ya que cada día se repartían 600 números y los extranjeros pasaban horas y horas en la calle esperando su turno.

Actualmente hay en Valencia 102.734 extranjeros. “El crecimiento ha sido vertiginoso. Las previsiones que teníamos se han desbordado”, apuntó el concejal Vicente Igual.

El mayor número de extranjeros procede de Ecuador, 19.088 personas están empadronadas en Valencia. Les siguen muy de cerca los colombianos, que suman 10.722 y, en tercer lugar, los bolivianos con 8.353 ciudadanos censados.

Otro de los colectivos más numerosos es el de los rumanos, que superan los 6.174 empadronamientos y, junto a ellos, los argentinos con 4.665. “Este año no hemos parado de atender a los miles de inmigrantes que han acudido al Ayuntamiento. Las cifras osicilan de un día para otro, pero aún así son desorbitadas”, comentó el concejal de Administración General.

Valencia es la tercera ciudad de mayor población. Aunque Madrid supera los 3,1 millones de habitantes y Barcelona los 1,5 millones, Valencia es la que ha crecido con más rapidez.

La primera visita que hace un inmigrante al llegar a Valencia es pasar por las oficinas municipales para empadronarse. “Consideran que por estar censados obtendrán la documentación, pero esto no es garantía de nada”, matizó Igual.

El principal requisito para estar empadronado en Valencia es residir en una vivienda, sin embargo, muchos no tienen y en más de una ocasión la Policía ha detectado inmuebles con una veintena de personas viviendo en la misma casa.

“Ahora no hemos detectado ninguna situación similar, pero las inspecciones no cesan y en cuanto comprobamos que hay una vivienda con más de 10 personas lo denunciamos”, comentó el concejal Vicente Igual.

Único habitante

Los empadronamientos de ciudadanos procedentes de Lationamérica son numerosos, pero también hay países de los que unicamente hay una persona empadronada. Es el caso del ciudadano de Haití, el de San Marino, Burundi, Tanzania, Namibia o el procedente de las Bahamas.

Tras las notificación que el Ayuntamiento envió a 48.000 personas para que se empadronaran, 31.508 de ellas ratificaron su residencia. El resto no acudieron, por lo que el Ayuntamiento no renovó y por tanto les dio de baja. Aún así ,la población ha crecido velozmente y la ciudad de Valencia ha sobrepasado ya la frontera de los 800.000 habitantes.

La concejalía de Bienestar Social ha denunciado reiteradamente la avalancha de inmigrantes que llegan a la ciudad y no tienen dónde dormir. “Nos vemos desbordados porque las competencias son del Gobierno central y no podemos hacer nada para frenar la incesante llegada de extranjeros”, ha comentado en reiteradas ocasiones la concejala Marta Torrado.

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