La Justicia también cerca a Le Pen

La policía francesa registra la sede de la candidata del FN por crear empleos ficticios

El Mundo, ENRIC GONZÁLEZ PARÍS CORRESPONSAL, 21-02-2017

La Justicia sigue marcando el ritmo de la campaña electoral francesa. Ahora es Marine Le Pen, candidata de la ultraderecha y primera en los sondeos, quien tiene que hacer frente a presuntas cuentas pendientes. La policía dedicó el día de ayer a registrar la sede del Frente Nacional en Nanterre, junto a París. Buscaban pruebas relacionadas con una acusación del Parlamento Europeo, según el cual la eurodiputada Le Pen pagó como asistentes, con dinero público, a su guardaespaldas personal y a su jefa de gabinete. El registro se produjo en el momento de máxima popularidad de Le Pen, según las encuestas.

Las sanciones administrativas ya han sido aplicadas. La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude reclama a Marine Le Pen 339.946 euros, el dinero empleado en pagar asistentes parlamentarios que, según los investigadores, no eran tales, sino empleados del Frente Nacional. Desde hace dos meses, la eurodiputada Le Pen cobra sólo la mitad de su sueldo; el resto será retenido hasta que reintegre su deuda. La autoridad administrativa afirma que la propia Le Pen admitió que los dos empleos en cuestión, los del guardaespaldas Thiérry Légier y de la jefa de gabinete Cathérine Griset, eran ficticios. Los abogados de la candidata presidencial aseguran que Le Pen nunca se reunió con sus acusadores y nunca reconoció nada.

Al margen de la cuestión administrativa se ha abierto un proceso penal. La Fiscalía de París instruye un sumario contra Le Pen por los supuestos delitos de abuso de confianza, malversación de fondos públicos y falsificación.

El Frente Nacional fue quien dio a conocer el registro a través de un comunicado en el que denunciaba «una operación mediática» cuyo objetivo es «perturbar el desarrollo de la campaña electoral».

Los problemas de Le Pen con el Parlamento Europeo no han conseguido, por el momento, inquietar a sus electores. El asunto no es nuevo: comenzó a finales de 2015 con una denuncia del entonces presidente de la Cámara, el alemán Martin Schulz, ahora candidato socialdemócrata a la Cancillería. Para el votante típico del FN, cualquier iniciativa europea resuena a burocracia asfixiante y a voluntad de perjudicar a Francia. Los ejes de la campaña de Le Pen son el nacionalismo, la recuperación de la soberanía, la ruptura con Europa y el rechazo a la inmigración.

Mientras la prensa habla del presunto fraude de los empleos ficticios, la popularidad de Le Pen no deja de aumentar. Una encuesta de OpinionWay para el diario Les Échos, propiedad del grupo Louis Vuitton Moët Hennesy, indica que la candidata de la ultraderecha, partidaria de romper con el euro, ganaría claramente la primera vuelta electoral con el 27% de las papeletas. Tanto el conservador François Fillon, otro candidato encenagado en un asunto de empleos ficticios, como el centrista Emmanuel Macron, rondarían el 20%. Lo llamativo, sin embargo, son los datos de la segunda vuelta: Le Pen perdería tanto frente a Fillon como frente a Macron, pero por un margen cada vez más estrecho: ya llega al 44% de los votos. «Nunca la ultraderecha ha estado en una posición tan favorable», dijo Frédéric Micheau, directivo de OpinionWay.

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