El ministro de Defensa, José Bono, reconoció ayer que la información contenida en la nota de la Guardia Civil de diciembre de 2005, que cifraba entre 1.200 y 1.700 los extranjeros procedentes de Mauritania fallecidos al tratar de alcanzar las costas canarias, procedía del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El titular de Defensa destacó que se trata de información “clasificada”, por lo que no puede dar detalles de su contenido, pero subrayó que el CNI siempre “informa a todas las autoridades que tiene que informar sobre aquello que sabe y que son asuntos de la competencia de las autoridades receptoras de la información”. En este caso, el destinatario de ese informe habría sido, como mínimo, el Ministerio del Interior, por ser el encargado de controlar la llegada de inmigrantes.


Sin embargo, el portavoz socialista en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo estar “convencido” de que esa información “no está en manos del Gobierno”. “Eso se lo garantizo, porque de haber llegado al Gobierno se hubiera actuado como se ha actuado ahora, cuando se ha visto que el número de pateras y de muertos empezaba a crecer extraordinariamente”, insistió.


Por otro lado, Salvamento Marítimo interceptó ayer un cayuco con 73 personas a bordo, entre los que había 7 menores de edad, cuando intentaban de llegar a las costas de la isla de Tenerife.


La embarcación, que navegaba desde el domingo, fue localizada unas cuantas millas al sur de Tenerife, en la misma ruta que habitualmente utilizan las que trasladan a inmigrantes desde Mauritania. Los extranjeros fueron auxiliados a su llegada al puerto de Los Cristianos por efectivos de la Cruz Roja, que les prestaron asistencia.