Cae una red dedicada al tráfico ilegal de inmigrantes en el Estrecho

La Vanguardia, EP, 14-02-2017

La Policía Nacional, en colaboración con la Dirección General de la Seguridad Nacional de Marruecos, han desarticulado una de las más importantes organizaciones de origen nigeriano dedicada al tráfico y trata de seres humanos con fines de explotación sexual. La trama supuestamente controlaba desde Marruecos gran parte del tráfico ilegal de inmigrantes a través del Estrecho de Gibraltar desde 2008.

Según informa la Policía en un comunicado, la denominada operación ‘Odisea’ se ha desarrollado en dos fases diferentes, una de ellas en suelo español que se saldó con la detención de siete supuestos miembros de la organización.

Condiciones de esclavitud

En cuanto al trabajo, las mujeres eran obligadas a prostituirse todos los días de la semana, durante más de 12 horas al día, desde última hora de la tarde hasta primera hora del día siguiente, teniendo absolutamente prohibido regresar al domicilio en el que vivían antes del amanecer y debiendo traer a su vuelta la cantidad de dinero estipulada por los tratantes.

Si regresaban antes o no entregaban el dinero convenido, eran duramente castigadas. Esto, unido a la gran competencia que tenían, pues el número de mujeres de origen nigeriano obligadas a ejercer la prostitución en Torrevieja era muy elevado, hacía que se vieran obligadas a ofrecer servicios sexuales a precios muy bajos, incluso por cinco euros.

Ni siquiera cuando regresaban al domicilio después de toda la noche trabajando se las permitía descansar, pues los tratantes se encargaban de buscar otros empleos a alguna de ellas cuidando ancianos en sus domicilios y teniendo que cocinar posteriormente para ellos.

Además, las víctimas vivían hacinadas y en pésimas condiciones de higiene y habitabilidad, siendo obligadas a compartir todas la misma habitación y estando sometidas a un rígido sistema de multas que las imponían por cualquier causa y que incrementaba la deuda contraída con la organización hasta convertirla en impagable.

Entre Marruecos y España

El análisis pormenorizado de la información obtenida a lo largo de la investigación permitió a los agentes identificar plenamente a otros miembros de la organización, afincados en Nigeria y en Marruecos, que actuaban en las fases del delito de trata de seres humanos previas a la explotación sexual de las víctimas.

Así, participaban en la captación de mujeres y en la realización de rituales de vudú sobre las mismas antes de salir de Nigeria, en su desplazamiento por tierra desde allí hasta el norte de Marruecos, en su alojamiento en ese país a la espera de su traslado a la Península y del cruce de las mismas atravesando el Estrecho de Gibraltar en pequeñas embarcaciones tipo patera u ocultas en el interior de vehículos hasta nuestros puertos y costas.

Los tres eran de origen nigeriano. Uno de ellos operaba a caballo entre las ciudades de Rabat y Tánger y ha sido catalogado por las autoridades policiales tanto marroquíes como españolas como un histórico traficante de personas y el máximo responsable de gran parte de las operaciones de cruce ilegal del Estrecho de Gibraltar con inmigrantes a bordo de pateras desde, al menos, el año 2008.

Considerado como una de las personas más influyentes entre la comunidad nigeriana asentada en Marruecos, contaba con escolta privada para sus desplazamientos por Marruecos y era el único con suficiente poder adquisitivo como para poder costear los motores y las embarcaciones tipo patera en las que embarcaba a cientos de inmigrantes sin las más elementales medidas de seguridad, poniendo en peligro la vida de varias personas en cada trayecto.

Tras obtener pruebas suficientes contra ellos, se comunicaron las oportunas Órdenes de Internacionales de Detención con fines de extradición. Una vez fueron concedidas dichas órdenes, agentes de la Dirección General de la Seguridad Nacional marroquí localizaron y detuvieron a los tres ciudadanos nigerianos, dándose por completamente desarticulada la organización criminal tanto en su fase de transporte y alojamiento de víctimas, como en la de su explotación sexual.

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