madrid. El Gobierno admitió ayer que conocía el informe interno de la Guardia Civil que alertaba de la muerte de unos 1.700 inmigrantes irregulares en las aguas del Océano Atlantico cuando se dirigían de Mauritania a las Islas Canarias.

Por un lado, el Palacio de la Moncloa quiso salir al paso haciendo hincapié en que el Ejecutivo tiene en cuenta “todos los informes” y que se han salvado más de 600 vidas en los meses de enero y febrero, fruto de la vigilancia española en aguas del Estrecho y próximas al archipiélago canario, según indicaron fuentes gubernamentales. “Cada informe siempre es atendido por el Gobierno y tiene en cuenta todos los informes, los conocidos y no conocidos” por la opinión pública, subrayaron dichas fuentes.

Por otro lado, el ministro de Defensa, José Bono, aseguró ayer que esta información proviene del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y que es el servicio secreto español el que traslada siempre lo que conoce a las autoridades competentes

Bono afirmó que la nota de la Guardia Civil es material “clasificado”, por lo que recalcó que no puede hablar sobre su contenido “sin cometer delito”.

Sin embargo, tan solo unas horas antes, el portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, declaró en Onda Cero que está “convencido” de que la nota referida “no está en manos del Gobierno”. Rubalcaba explicó que lo primero que hay que hacer “es ver si el informe existe con esas características o no”. Una vez que esto se compruebe, dijo, “hay que ver dónde está ese informe, quién lo ha hecho, para quién y dónde ha ido”.

comparecencia de alonso Para aclarar toda esta situación y depurar responsabilidades en el caso de posibles negligencias, CiU y PP pidieron ayer la comparecencia en el Congreso del ministro del Interior, José Antonio Alonso.

En este sentido, Alonso no quiso confirmar ni desmentir si el Gobierno conocía este informe de la Guardia Civil y sólo se limitó a defender la “magnífica labor” de las Fuerzas de Seguridad en el control de la inmigración ilegal.

Precisamente, el presidente de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Fernando Carrillo, pidió ayer al Ministerio Fiscal que investigue la supuesta muerte de estos 1.700 inmigrantes y aseguró que este “gravísimo” hecho revela “un gran problema de coordinación entre la Guardia Civil y el Gobierno, si es cierto lo que éste dice de que no tiene información de esta comunicación interna”.

En medio de esta polémica, otros 121 inmigrantes a bordo de dos pateras fueron detenidos ayer cuando trataban de arribar a Tenerife.

La primera embarcación fue interceptada con 73 personas a bordo, entre ellas un menor; y la segunda con 48, también con un menor a bordo. >agencias

ceuta. Las mafias dedicadas a la inmigración clandestina suelen cobrar unos 600 euros por persona para introducir ilegalmente en Ceuta a inmigrantes por la frontera con Marruecos, principalmente de origen asiático, según informaron ayer fuentes policiales.

El testimonio de varios inmigrantes localizados por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado ha permitido determinar que las redes dedicadas al tráfico de personas cobran unos 600 euros a un inmigrante por cruzar la frontera del Tarajal en Ceuta.

Las mafias cobran esta cantidad por ayudarles a camuflarse entre las personas, teniendo en cuenta que la frontera ceutí es utilizada diariamente por más de 20.000 marroquíes que entran en la ciudad para comprar y trabajar. Las redes ocultan a los inmigrantes entre la gran cantidad de personas que cruzan la frontera, en dobles fondos de vehículos, en sillas de ruedas o empleando otros métodos.

Los inmigrantes que utilizan este medio suelen proceder de India, Bangladesh y Pakistán.

Las mismas fuentes señalaron que en el caso de los inmigrantes subsaharianos suelen pagar unos 1.000 euros por entrar por la vía marítima a bordo de pequeñas embarcaciones, principalmente balsas neumáticas, que dejan a los inmigrantes en el litoral.

Por otro lado, el delegado del Gobierno en Melilla, José Fernández Chacón, presentó ayer a los medios de comunicación la tercera valla de la ciudad, la llamada sirga tridimensional, que contará con una longitud de cable “similar a la distancia existente entre Cádiz y Lérida”, unos 1.200 kilómetros, para evitar la entrada de inmigrantes a la ciudad autónoma de Melilla.

Chacón, acompañado por los responsables de la empresa constructora Indra, encargada del proyecto, aseguró que “antes del verano” estará finalizada una obra con la que se quiere conseguir evitar los intentos de entrada de subsaharianos, como ocurrió durante la crisis de las entradas masivas de otoño.

no podrán trepar Se trata de un sistema único en el mundo y por el que ya se ha interesado Estados Unidos para su frontera con México; se extenderá a lo largo de diez kilómetros del perímetro fronterizo, desde Aguadú hasta los aledaños del dique sur.

El sistema está inclinado diez grados hacia Marruecos para impedir que los inmigrantes trepen, “y si alguien consiguiera pasar, la propia sirga hace como un sistema de escalera para que no se caigan abajo”, indicó César Sayen, responsable de la empresa instaladora. >agencias