El polémico discurso de Jordi Évole a favor de la acogida de refugiados
La Vanguardia, , 12-02-2017Las críticas del periodista Jordi Évole a la clase política por su “incapacidad” para resolver el problema de los refugiados durante el concierto a favor de la acogida celebrado ayer en el Palau Sant Jordi ha irritado a miembros del Govern, diputados de Junts pel Sí y dirigentes de ERC y PDeCAT. Durante toda la jornada han mostrado a través de Twitter su malestar por sus palabras. Por contra, líderes de Catalanya Sí que Es Pot y la CUP han salido en su defensa.
Este esta es la transcripción completa del discurso pronunciado por el presentador de ‘Salvados’:
“Es una pasada ver hoy el Sant Jordi lleno hasta la bandera para apoyar una causa como ésta. Quince mil personas defendiendo la acogida de personas refugiadas y migrantes. Esto como mínimo debe ser anticonstitucional. Hoy solo 15.000, pero el próximo sábado 18 de febrero en Barcelona tenemos que ser muchos más. Llenemos las calles y demostremos a nuestros gobernantes que queremos acoger. Que se enteren de una vez. Si hoy somos tantos aquí es por el impulso de la gente. Gente que viendo la tragedia ha reaccionado. Algunos han ido directamente al mar, otros en los campos de refugiados, otros han puesto en marcha campañas en sus barrios o en la escuela, otros habéis venido a este concierto poniendo vuestro granito de arena.
Este concierto se lo inventaron dos voluntarios volviendo de un campo de refugiados en Grecia. Decían: Os imagináis el Sant Jordi lleno hasta la bandera por la acogida a los refugiados. Un homenaje al voluntariado, a gente joven y gente mayor, mujeres y hombres, que se están dejando la piel con este tema. La ciudadanía ha vuelto a demostrar que va muy, muy por adelante de nuestras autoridades. Por eso creo, sinceramente, que en un concierto como este no debería haber una lonja reservada para autoridades. La única autoridad la tiene la gente. Pensad, autoridades, que lo que estáis aplaudiendo desde el palco también nace de vuestra incapacidad política para resolver este tema. Sabemos que algunos de vosotros lucháis y lucháis para conseguir que esto no sea así. Pero otros os refugiáis y decís que es un problema de competencias. Yo creo que no es un problema sólo de competencias, sino un problema de incompetencias.
Cinco mil personas murieron en el Mediterráneo el año pasado. Sería como que muriéramos todas las personas que cabemos en la platea del Sant Jordi esta noche. Algunas víctimas son víctimas de la inacción de los estados y de la acción maliciosa de algunos estados. Este 2017 la Agencia Europea para el Asilo tiene un presupuesto de 69 millones de euros mientras que el presupuesto de Frontex, la policía del mar, es de 281 millones. ¿Cuatro veces más presupuesto para vigilar las fronteras que para ayudar a las personas? No hay que hacerse muchas más preguntas.
El racismo no tiene fronteras ni banderas, lo encontramos tanto en las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla como cuando miramos de reojo a un mantero en la Rambla de Barcelona. Racismo en levantar muros en la frontera de México al igual que lo es votar a favor de la reforma de la ley de extranjería en el Congreso. Racismo es disparar bolas de goma a inmigrantes medio ahogados en una playa al igual que lo es que cinco policías apaleen a un rumano en una comisaría y acaben indultados.
Nos gusta pensar que Catalunya es una tierra integradora, y hoy está dando un ejemplo. Experiencia no nos falta. No hace muchas décadas llegaron miles de andaluces, de extremeños, de castellanos, de gallegos, que venían a trabajar y dar a sus hijos las oportunidades que ellos no tuvieron. Ayudaron al progreso de todos y no tengo claro que ellos lo tuvieran muy fácil. Terminaron viviendo en enormes bloques de pisos minúsculos construidos sin muchos miramientos en solares sin urbanizar en las afueras de las ciudades. Junto con muchos catalanes lucharon por cada plaza, por cada ambulatorio, por cada escuela pública que consiguieron para su barrio. Precisamente son estas personas de barrios obreros que quizás no han podido pagar la entrada para entrar en este concierto las que hoy conviven directamente con las personas venidas de otros lugares del mundo, viven en los mismos bloques y los mismos rellanos y los mismos barrios, y son sobre todo estas clases populares las que luchan contra un eslogan perverso y cruel: un eslogan sucio y asqueroso que dice ‘primero los de casa’.
La solidaridad tampoco tiene fronteras ni banderas. Hemos visto americanos manifestándose en sus aeropuertos contra la política racista de Donald Trump, alemanes aplaudiendo a una estación de tren donde llegaban refugiados, valencianos preparando un barco para salvar personas en el mar, o los que os habéis apuntado para acoger refugiados en casa . Esta lucha no la haremos solos. Debemos superar las fronteras de las naciones para articular una unión de pueblos que quieran acoger.
La diversidad y el mestizaje son valores que siempre suman. La mezcla nos hace mejores”.
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