Entre 15 y 20 euros o, simple y llanamente, comida, era lo que pedía una niña de 13 años de Almería liberada por la Policía Nacional de la prostitución. La operación, desarrollada por miembros de la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif) de la Policía Nacional, acabó con tres personas arrestadas, entre ellas la madre de la menor, una mujer de nacionalidad rusa y unos 30 años de edad, que según la hipótesis policial toleraba la situación a cambio de que esta le proporcionara alcohol o tabaco y se hiciera cargo de su hermano, de tan sólo nueve años.

Además, también se arrestó a un presunto cliente, un varón de 59 años con antecedentes por abusos sexuales a menores, que habría mantenido relaciones con la niña en varias ocasiones. «La chica estaba con él y después iban y compraban comida en el supermercado», relataba ayer el inspector de policía Daniel Pérez, encargado de la Ucrif en Almería. La detención del presunto pederasta se produjo, de hecho, en un momento en el que se encontraba con la menor en el portal de su vivienda, relataron ayer fuentes oficiales.

Un chivatazo a la Policía Nacional a mediados del pasado mes de enero sirvió para abrir la investigación. Según esta primera información confidencial, la madre de la menor ofrecía la compañía de su hija a cambio de entre 15 y 20 euros, alcohol, tabaco o comida. El dispositivo policial permitió corroborar posteriormente que tanto la chica como su hermano de nueve años estaban sin escolarizar y pasaban la mayor parte del tiempo deambulando por la calle. No obstante, fuentes policiales apuntan a que, pese a que la madre prestaba la compañía de su hija a cambio de alcohol, tabaco, comida o dinero, es posible que esta no tuviera un «conocimiento preciso» de lo que ocurría ya que, debido a su adicción, «estaba alcoholizada».

La madre de la menor quedó en libertad con cargos por abandono familiar, si bien sobre ella pesa una orden de alejamiento de los menores, que han quedado en manos de la Junta de Andalucía. Ambos se encuentran ya en un centro de acogida de titularidad autonómica ya que carecerían de familia cercana que pudieran hacerse cargo de ellos. La Policía Nacional ha elevado un escrito solicitando la retirada de la patria potestad de la madre debido a que según los datos arrojados por la investigación, además de la «situación de abandono», la niña era «maltratada», indicó el inspector Pérez, si no llevaba al domicilio alcohol, tabaco o comida.

Tras un escueto seguimiento, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía detectaron que la menor frecuentaba a adultos, con los que subía a sus inmuebles. A los pocos días, los agentes decidieron intervenir de urgencia para evitar que la niña pudiera sufrir algún tipo de daño. La operación tuvo lugar en el momento en el que la menor se dirigía al domicilio del segundo arrestado, un presunto cliente habitual de 59 años y con antecedentes por abusos sexuales. En el registro de la vivienda de este segundo detenido, la Policía Nacional intervino un ordenador, dos teléfonos móviles y un disco duro en el que se encontraron algunas fotografías de contenido sexual de la menor. El hombre ha ingresado en prisión provisional y sin fianza acusado de presuntos delitos de abuso sexual y corrupción de menores.

Con posterioridad a esta operación, y cuando los niños ya se encontraban bajo custodia de la Junta de Andalucía, los agentes de la Policía Nacional detuvieron también a un hostelero de la zona, de 32 años, que ha quedado finalmente en libertad con cargos por presuntos delitos contra los derechos de los trabajadores tras prestar declaración en la Comisaría Provincial de Policía. El empresario habría empleado durante algunas semanas a la niña en su establecimiento por un salario de cinco euros al día al conocer que la menor estaba necesitada.