En estos momentos, el 6,5% de la población arrasatearra procede de fuera del Estado español, es decir, de los 22.064 habitantes censados a fecha del 1 de enero de este año, 1.444 corresponden a personas nacidas en 65 ciudades o municipios pertenecientes a los cinco continentes, de los cuales 728 son mujeres y 716 hombres, de 20 a 50 años mayoritariamente. Esta realidad queda reflejada también en las 40 lenguas que dejan constancia de la diversidad lingüística que existe en la villa.

“Solemos mirar la migración desde el punto de vista económico. Pero las personas que migran lo hacen por obligación, no con la intención de hacer un viaje turístico, sino para mejorar sus condiciones de vida”, insistió Azpiazu, a la vez que abogó por la creación de espacios que permitan “conocernos mutuamente” . Y, en este contexto, la concejala jeltzale emplazó a la ciudadanía a hacer “un esfuerzo” para que, de algún modo, unos y otros “propiciemos ese acercamiento”.

Tras la puesta en marcha de la iniciativa Udalanitz sarea – dentro de la comisión de Migración y Diversidad de la Diputación de Gipuzkoa – , encaminada a reflexionar sobre la forma de gestión de la diversidad y la toma de decisión en ese ámbito, se vieron una serie de lagunas en la comarca de Debagoiena, que trajeron consigo la elaboración en 2015 de un protocolo de acogida a nivel mancomunado.

Este documento se ha adaptado a Arrasate y el pasado octubre recibió luz verde en el Pleno por parte de los grupos municipales que ayer estuvieron representados en la comparecencia ante los medios (el Gobierno municipal – PNV y PSE – , EH Bildu, Baleike e Irabazi). Garantizar una acogida adecuada al colectivo migrante en el plano administrativo, así como impulsar el conocimiento y reconocimiento mutuo entre la población autóctona y la de origen extranjero, son algunos de los objetivos de la citada herramienta.

consejo para la convivencia “La acogida es un proceso en el que a la persona que llega al municipio hay que reconocerle desde el principio su condición de ciudadano y convertirle en sujeto activo”, defendió Azpiazu. Así, el mencionado protocolo comenzará a aplicarse desde el momento en que el inmigrante formalice su alta en el padrón. Un trámite que se realiza en la oficina del BAZ, donde con el propósito de favorecer su integración, le entregan una guía informativa con los recursos que tiene a su alcance en la localidad (editada en árabe, urdu, inglés y castellano), y un diccionario.

Del BAZ se les conducirá al servicio de Acogida, Orientación e Información que ofrece Ekin Emakumeak Elkartea (podrán participar en actividades formativas) y, a partir de ahí, se canalizará la actuación de otros agentes, asociaciones y de los diversos departamentos municipales del Consistorio. De hecho, a los técnicos municipales se les ha encomendado una serie de tareas. “Con estos últimos se ha constituido una comisión de coordinación que se reunirá tres veces al año (el 31 de enero mantuvieron el primer encuentro)”, detalló la técnica de Diversidad, Tamara Pérez.

El proyecto dará un paso más con la creación de un consejo para la Convivencia y Diversidad, que echará a rodar en junio, y estará integrado por Ekin, SOS Racismo, Elkarhezitzen, Cáritas, la asociación de mujeres musulmanas, Txatxilipurdi Elkartea, los centros escolares… y los propios inmigrantes . Este órgano trabajará acciones e iniciativas que puedan llevarse a cabo para favorecer la integración y “conocimiento mutuo”.