Y a la tercera, otro fracaso
Malik Guei, senegalés de 20 años, ha intentado sin éxito tres veces llegar a Canarias para instalarse en España
La Vanguardia, 21-03-2006JOSÉ BEJARANO – 21/03/2006
NUADIBU. ENVIADO ESPECIAL
El senegalés Malik Guei, de 20 años, es mirado con envidia por sus compañeros porque, a pesar de compartir con ellos el triste destino de la repatriación, tiene la suerte de haber vivido tres semanas en España. Él no tiene motivos para estar orgulloso porque ha viajado a Canarias tres veces en piragua y las tres veces ha fracasado. Está triste, muy triste, y no le consuela vivir para contarlo. Malik Guei es uno de los cuarenta senegaleses que a mediodía de ayer salieron de Nuadibu en dos furgonetas para ser devueltos a su país. Nueve de los repatriados son de un pueblo, Thiaroye, a diez kilómetros de Dakar.
La primera vez que Malik Guei pisó suelo español fue hace un año. Llegó al puerto de Bermeo (Vizcaya) como marinero del buque Nuevas Brisas de Torrontero, en el que llevaba dos años enrolado mientras estuvo en el caladero de Senegal. Fueron a Bermeo a reparar el barco y entonces aprovechó para desaparecer. No tenía documentación y lo cogió la policía. La aventura se acabó pronto: fue deportado directamente a Senegal. Un mes después ya estaba en Nuadibu buscando una piragua en la que viajar a las islas Canarias. Su tía, que es la encargada de mandarle el dinero para el viaje, lo estaba esperando en Murcia.
Ese primer viaje fracasó porque una patrullera marroquí los interceptó frente a la costa antes de virar hacia las islas. Iban un total de 46 pasajeros que pusieron 500 euros cada uno para poder comprar la piragua. Y había gastado otros 350 euros en el viaje por tierra desde Senegal hasta Nuadibu y en comida. La policía marroquí los echó por la frontera con Mauritania, y vuelta a empezar. Las historias del segundo y tercer viajes son iguales, con la única diferencia de que los detuvo la Marina mauritana antes de poder alcanzar aguas marroquíes.
Este joven senegalés tiene muy claro que volverá a intentarlo, pero posiblemente desde su propio país y lejos de las costas de Mauritania y Marruecos. Aunque eso signifique la muerte. “Me lo debo a mí y a todos los que me han ayudado en las ocasiones anteriores”, afirma. Malik Guei y otros 39 senegaleses partieron ayer desde Nuadibu a bordo de dos furgonetas rumbo al sur, a su país. No hubo protestas ni llantos. Sólo resignación y voluntad de volver a intentarlo. Quizás, en el caso de Malik, a la cuarta irá la vencida.
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