Dieciocho inmigrantes entran en Melilla tras un nuevo asalto a la valla

En el salto se produce cuando se cumplen tres años de la tragedia del Tarajal en la que murieron quince inmigrantes subsaharianos

La Voz de Galicia, EFE MELILLA, 07-02-2017

La Delegación del Gobierno en Melilla ha cifrado en 18 los inmigrantes que han conseguido entrar a la ciudad autónoma en el salto a la valla que se ha registrado esta mañana cerca del paso fronterizo de Beni-Enzar, uno de los cuales ha sido detenido por agresión y atentado a la autoridad.En una nota de prensa, la Delegación del Gobierno ha señalado que «la violencia y beligerancia de los inmigrantes» contra las fuerzas marroquíes y contra los agentes de españoles ha sido «la nota dominante» en este salto a la valla y que se ha saldado con un guardia civil y una mujer heridos por inmigrantes y dos subsaharianos lesionados.Según ha informado la Delegación del Gobierno, el salto se ha producido sobre las 07.40 horas y han participado unos 40 inmigrantes, pertenecientes a un grupo mayor de casi un centenar que, en sus dos terceras partes, fue controlado por las fuerzas marroquíes antes de aproximarse a la valla.Este intento de entrada ha tenido lugar en el tramo comprendido entre la frontera de Beni-Enzar y la estación depuradora de aguas residuales, y ha exigido el despliegue inmediato del dispositivo anti-intrusión de la Guardia Civil y de efectivos de la Policía Nacional para tratar de impedirlo.Los inmigrantes lanzaron piedras contra los agentes y una de ellas alcanzó a una mujer que en ese momento intentaba acceder a Melilla por el puesto fronterizo de Beni-Enzar, que ha sufrido una herida inciso contusa en la cabeza por la que ha recibido dos puntos de sutura en el hospital, donde ya le han dado el alta.Por su parte, el guardia civil herido sufrió la agresión de un subsahariano que empleó, como objeto punzante, uno de los garfios o tornillos que usan para sortear la malla antitrepa, provocándole destrozos en el uniforme y heridas leves en el abdomen, ha informado la Delegación del Gobierno.También tuvieron que recibir asistencia sanitaria dos subsaharianos, uno que ya ha recibido el alta y otro por heridas inciso contusas en la cara y posibles fracturas de huesos faciales que sigue ingresado en el Hospital Comarcal.La Delegación del Gobierno ha aclarado que la lesión leve sufrida por un policía nacional que ha actuado en el salto a la valla fue por causas fortuitas y no por agresión.También ha destacado que el salto de este lunes se produce tras unos días de «intensa presión fronteriza» y que ha coincidido con otro intento de entrada que se ha registrado esta misma mañana por las proximidades del paso fronterizo de Farhana por parte de un grupo de 20 subsaharianos, que fueron rechazados por las fuerzas marroquíes antes de aproximarse al vallado.Tres años de la tragedia del TarajalEste nuevo asalto a la valla de Melilla se produce el día en el que se cumplen tres años de la mayor tragedia migratoria que ha vivido Ceuta: la muerte de quince inmigrantes subsaharianos cuando intentaban alcanzar el territorio nacional desde Marruecos, un caso que todavía sigue judicializado.El 6 de febrero del 2014 un grupo de más de 250 inmigrantes subsaharianos se lanzaba corriendo hacia la playa del Tarajal de Ceuta en una técnica que se había convertido en algo habitual: las avalanchas masivas en grupo.A diferencia de otras veces, esta avalancha de inmigrantes tuvo consecuencias trágicas con el fallecimiento por ahogamiento de 15 personas. Cinco cadáveres llegaron en los días posteriores a dos playas de la ciudad.Tres años después, el caso, con dieciséis guardias civiles acusados, todavía permanece judicializado, tras la decisión de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, que acordó el pasado mes reabrir una causa que había sido archivada por el Juzgado de Instrucción número 5 de Ceuta.La resolución de la Audiencia revoca ahora el archivo de las actuaciones por el cual se dictó el sobreseimiento provisional sobre la causa abierta por los delitos de homicidio y lesiones imprudentes y el sobreseimiento libre del delito de prevaricación, en este último caso por las llamadas «devoluciones en caliente» que tuvieron lugar ese día.La continuación del caso deberá determinar la implicación de los guardias civiles en el fallecimiento de los inmigrantes, a los que el pasado sábado se recordó con una marcha solidaria en la que participaron medio millar de personas, la mayoría de ellas desplazadas desde la península.La abogada de la Coordinadora de Barrios, Patricia Fernández, ha recordado que interpuso un recurso de apelación junto a otras dos organizaciones contra el auto dictado por la juez María del Carmen Serván, que, en octubre de 2015 levantó la imputación sobre 16 guardias civiles a los que exculpó de los delitos de homicidio y lesiones imprudentes.«Si los supervivientes no se hubieran empeñado en contarlo pensaríamos que fue una tragedia inevitable y los mató el mar. Hoy sabemos que son víctimas de las políticas migratorias. Pedimos responsabilidad individual, pero también a los encargados de gestionar la migración, que es una realidad humana. Eso es lo que reconoce el auto de la Audiencia Provincial», ha dicho en una charla Patricia Fernández.Solo uno de los cinco cadáveres rescatados en aguas de Ceuta pudo ser identificado. Las lápidas de los otro cuatro inmigrantes enterrados en la ciudad autónomas no tienen nombres, aunque las familias quieren hacerles la prueba de ADN, algo que no han conseguido porque los visados fueron denegados, según han informado a Efe fuentes de varias organizaciones no gubernamentales.El caso es que, tres años después, el 6 de febrero de 2014 sigue estando en la memoria colectiva de los ceutíes como la cara más dura de la inmigración.

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