La Guardia Civil conocía desde diciembre la muerte de 1.200 irregulares rumbo a Canarias

ABC, 21-03-2006


CRUZ MORCILLO / ERENA CALVO

MADRID/LAS PALMAS. La Guardia Civil ya contaba a finales de diciembre con información que le permitía cifrar entre 1.200 y 1.700 el número de inmigrantes procedentes de Mauritania que se habían ahogado en aguas del Océano desde el mes anterior, al intentar llegar a Canarias en cayucos. Así consta en una nota interna remitida desde Madrid a Canarias en la que se dice también que habrían embarcado unos 2.500 «sin papeles» en los últimos 45 días.

Esa nota interna, difundida por Ep y a la que tuvo acceso ABC, significa que tres meses antes de que las aguas atlánticas empezaran a devolver cadáveres en grupos y se produjeran rescates a la desesperada, el Instituto Armado tenía conocimiento de que ya habían empezado a producirse salidas masivas de inmigrantes desde las costas mauritanas. Fuentes del Ministerio del Interior explicaron ayer a ABC que esos datos figuran en «una nota interna de trabajo de la Guardia Civil que no se remitió al Ministerio».

Al servicio marítimo y fiscal

El subdirector general operativo del Instituto Armado, José Manuel García Varela, envió el pasado 23 de diciembre la nota informativa bajo el título «Inmigración. Fallecimiento masivo de inmigrantes» al coronel jefe de la Zona de Canarias, Antonio Cañamero, con la orden de que se intesificaran las labores de vigilancia llevadas a cabo por los servicios marítimos provinciales y las patrullas fiscales territoriales. Cañamero la reenvió dos días después a las Comandancias de Tenerife y Las Palmas, tal y como figura en los documentos internos.

Desde la Guardia Civil argumentan que si la información no se comunicó al Ministerio del Interior – podría haber llegado por algún otro cauce, insisten las fuentes – fue porque se basaba «en datos y estimaciones no propias», sino procedentes de los cuerpos de seguridad mauritanos «que podía ajustarse más o menos a la realidad o no». Por eso, lo que se pide a las Comandancias es «que intensifiquen la vigilancia del mar, nada más», señalan fuentes de la Dirección General. Recuerdan que la Benemérita no tiene oficiales de enlace con Mauritania, como sí ocurre con Marruecos, Túnez o Argelia. No obstante, sí se han producido reuniones entre las fuerzas de seguridad de ambos países y esos encuentros han propiciado las medidas tomadas ahora por el Ejecutivo.

En la misiva, se advertía de que al desconocer los inmigrantes todavía en tierra el gran número de muertes que se estaban produciendo en el mar se esperaba un incremento de la salida de piraguas desde costas mauritanas.

Esa misma nota se proponían ya algunas de las medidas que luego han sido adoptadas por el Consejo de Ministros para intentar atajar el problemaatajar, tales como las patrullas conjuntas en el mar, mejores infraestructuras para albergar a los subsaharianos y vehículos para transportarlos.

El texto arranca con la información de que el director general de la Seguridad Nacional de Mauritania había reconocido el 19 de diciembre que 105 inmigrantes habían fallecido ahogados al intentar arribar a costas de Canarias en piraguas. «Sin embargo, se tiene conocimiento de que durante los últimos 45 días entre 2.000 y 2.500 inmigrantes se habrían embarcado en piraguas con el objetivo de llegar a las islas, de los cuáles sólo unos 800 ó 900 lo habrían conseguido, lo que supondría que entre 1.200 y 1.700 se habrían ahogado en aguas del Océano Atlántico», añade la citada nota. Este mes de marzo, las cifras oficiales hablan de 3.500 subsaharianos llegados en los últimos 77 días a las costas de Canarias procedentes de Mauritania.

Por otra parte, la nota informativa traslada el análisis que hacen de la situación «responsables de los Cuerpos de Seguridad mauritanos», que piden la «colaboración internacional» para atajar el fenómeno inmigratorio ilegal. En concreto, reclaman vehículos con los que poder transportar a los inmigrantes que sean previamente detenidos desde el lugar del arresto hasta «puntos de retención» previamente establecidos, que sitúan en Zuerat, Nuadibú, Rosso y Nuakot.

Esos puntos deberían contar con «locales o tiendas de alojamiento, alimentos, asistencia sanitaria, etc», según recoge. Y añade: «Con las anteriores medidas preventivas, Mauritania estaría dispuesta a repatriar a los inmigrantes a sus países de origen, destacando la dificultad para el caso de los de origen asiático».

Patrullas hispano – mauritanas

La nota redactada el 21 de diciembre concluye adelantando la necesidad de adoptar una de las medidas que fueron tomadas por el Gobierno el pasado lunes: «Cabe destacar los beneficios que podrían derivarse de la creación de patrullas mixtas hispano – mauritanas ya que, además de las interceptaciones que se llevarían a cabo, tendría un efecto disuasorio sobre los candidatos a embarcarse, que se traduciría en un descenso de pérdida de vidas». Hay que destacar que estas patrullas figuran el proyecto «Sea Horse» del Instituto Armado que lleva gestándose más de ocho meses.

La información que incluye la nota de la Guardia Civil es tal que en otro párrafo se explica también que entre los subsaharianos «corre el rumor de que, con motivo de las fiestas navideñas, existe una mayor relajación por parte de la Policía española, que facilitaría su acceso al territorio español».

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