«¡Vayan ya a un aeropuerto y embarquen en el primer vuelo!»

Los inmigrantes corren a aprovechar el fin del veto mientras la cólera presidencial se centra en el juez que reabrió las puertas de EE UU

Diario Sur, R. C. , 05-02-2017

Estados Unidos tuvo que reabrir ayer las puertas a residentes e inmigrantes provenientes de siete países de mayoría musulmana después de la decisión judicial que frenó de madrugada el decreto restrictivo firmado por Donald Trump una semana antes. El juez federal de Seattle James Robart emitió una resolución aplicable en el conjunto del territorio estadounidense mientras examina y resuelve sobre el fondo de la demanda elevada por el ministro de Justicia del Estado de Washington.

La resolución provocó la ira del mandatario estadounidense. «La opinión de este presunto juez, que en definitiva priva a nuestro país de su policía, es ridícula y será revertida», advirtió Trump en una serie de tuits que subió a la red social durante la jornada. «Cuando un país ya no tiene capacidad de decir quién puede entrar y salir, sobre todo por razones de seguridad, hay grandes problemas», añadió en un segundo mensaje desde su residencia de Mar – a – Lago, en Florida. Y aún hubo una tercera entrada en Twitter: «¿Adónde va a parar nuestro país cuando un juez puede paralizar una prohibición de viaje de Seguridad Interior y cualquiera, incluso con malas intenciones, puede venir a EE UU?».

La orden ejecutiva de Trump, en vigor desde hace una semana, impedía la entrada de los ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen durante 90 días. También bloqueaba el programa de acogida de refugiados durante 90 días, y de forma indefinida en el caso de los sirios. Después de conocerse la resolución del juez Robart, el Departamento de Seguridad Interior «suspendió todas las acciones de implementación» del decreto. El Departamento de Estado dejó si efecto a su vez la revocación de unos 60.000 visados. Los vuelos hacia Estados Unidos aceptaron nuevamente a viajeros procedentes de los siete países vetados.

Presidencia debilitada

«Está claro que las personas que estaban afectadas por la prohibición pueden volver a viajar y ser admitidas en EE UU»,explicó a France Presse Peter Spiro, profesor de Derecho en la Universidad Temple de Filadelfia. Spiro no dudó en prevenir a los viajeros concernidos por el caos desatado por Trump y corregido de momento por el juez de Seattle: «¡Vayan ya mismo a un aeropuerto y embarquen en el primer vuelo!», advirtió, porque la respuesta de la Casa Blanca puede llegar «muy, muy rápidamente». De todas maneras, matizó, la presidencia sale debilitada porque el Departamento de Justicia, que debe hacerse cargo del combate jurídico en este asunto, carece de titular. Jeff Sessions, designado por Trump para asumir ese ministerio, no fue aún ratificado por el Senado.

Pero la Casa Blanca no se da por vencida y pretende aplicar el decreto a pesar de todas las críticas que ha recibido incluso desde el Partido Republicano, el del presidente. El Ejecutivo ya había anunciado recurso en un comunicado en el que se calificaba de «escandalosa» la decisión de Robart, un adjetivo luego retirado. Los ataques al magistrado escandalizaron a la oposición demócrata. El líder de la minoría en el Senado recordó que el magistrado fue propuesto por George W. Bush y ratificado por unanimidad en la Cámara Alta. Chuck Schumer recordó a Trump que tiene pendiente de confirmación a su candidato para el Supremo.

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