La Agencia Europea de Control de Fronteras (FRONTEX) y el organismo de coordinación policial Europol estudian cómo ayudar a España a frenar la avalancha de inmigrantes que llegan a Canarias procedentes de las costas mauritanas, donde decenas de miles de inmigrantes aguardan el momento para embarcarse en un cayuco. Se trata de la primera vez que un país de la UE pide ayuda a los expertos de FRONTEX, que estudiarán el problema y propondrán medidas «lo antes posible», aseguró el portavoz de Justicia e Interior de la Comisión Europea, Friso Roscam.

La decisión se tomó a raíz de la visita a Mauritania el pasado 16 de marzo de una delegación española, encabezada por los secretarios de Estado de Exteriores, Bernardino León, y de Interior, Antonio Camacho, de la que formaba parte un alto funcionario del Ejecutivo comunitario. «Estamos analizando la posible asistencia que pueda dar FRONTEX a España para ver cómo puede controlar mejor sus fronteras exteriores, especialmente las marítimas, que plantean desafíos adicionales», añadió Roscam.

Los miembros de Europol, por su parte, tratarían de ayudar tanto a España como a Mauritania en «medidas para combatir el tráfico de seres humanos», centradas en saber de dónde proceden los flujos migratorios o las diversas rutas elegidas. Roscam recordó que este organismo puede impartir formación especializada de guardas de frontera, mejorar la coordinación entre los Estados miembros, realizar análisis de riesgo, investigar instrumentos para controlar los límites territoriales de una manera más efectiva y colaborar en operaciones de repatriación. En definitiva, la tarea de ambos organismos permitiría definir una política global en materia de inmigración, que pasaría por aumentar el diálogo con los países de origen y de tránsito de la inmigración. «No se trata de un problema de España, sino de un problema europeo», insistió.

El responsable comunitario apuntó el compromiso manifestado por las autoridades mauritanas durante la visita del 16 de marzo para «trabajar en la lucha contra la inmigración ilegal y el tráfico de seres humanos. Está claro que no lo pueden hacer solos, que se necesita asistencia tanto de España como de la UE», apuntó. Roscam subrayó que la inmigración será el tema principal de la primera reunión ministerial entre la UE y África que se celebrará los días 10 y 11 de julio en Rabat.

Más de 1.200 muertos

Precisamente ayer se supo que la Guardia Civil ya contaba a finales de diciembre con información que le permitía cifrar entre 1.200 y 1.700 el número de inmigrantes procedentes de Mauritania que habían perdido la vida en aguas del Atlántico desde comienzos del mes anterior, al intentar alcanzar las costas de Canarias. En una nota interna, los responsables del instituto armado advertían de que al desconocer los inmigrantes todavía en tierra el gran número de muertes que se estaban produciendo en el mar, se esperaba un incremento de la salida de cayucos desde las costas mauritanas.

«Se tiene conocimiento de que durante los últimos 45 días entre 2.000 y 2.500 inmigrantes se habrían embarcado en piraguas con el objetivo de llegar a las islas, pero sólo unos 800 ó 900 lo habrían conseguido, lo que supondría que entre 1.200 y 1.700 se habrían ahogado en aguas del Atlántico», añade la nota, fechada del 21 de diciembre de 2005.

Por otro lado, el Ministerio de Defensa envió ayer dos Hércules C – 130 cargados con material y un C – 295 con un equipo de treinta ingenieros para instalar un campamento en la costa mauritana con el fin de albergar a los inmigrantes repatriados desde Canarias, fruto del acuerdo alcanzado entre ambos gobiernos. La gestión del equipamiento será responsabilidad de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI).