admite a trámite el recurso del Gobierno español
Lakua se ofrece a gestionar corredores humanitarios para traer a 50 refugiados
El Gobierno Vasco también plantea aumentar las plazas de acogida de los tres territorios hasta llegar a las 1.000
Diario de noticias de Alava, , 03-02-2017vitoria – El Gobierno Vasco ha planteado a la Secretaría General de Inmigración y Emigración del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, así como a instituciones vascas y a entidades sociales, la puesta en marcha de un corredor humanitario que sería gestionado desde Euskadi. A través de esta experiencia piloto, desarrollada por la comunidad de San Egidio en Italia durante 2016, se les otorga un visado humanitario a los refugiados para que puedan cruzar el país y eviten así el riesgo de naufragar en el mar Mediterráneo. Junto a esta medida, el Ejecutivo vasco también ha propuesto reforzar el sistema ordinario de acogida con un “Refuerzo Complementario” que supondría aumentar las plazas según el número de personas que pueda acoger cada municipio vasco.
Jonan Fernández, secretario general para la Paz y la Convivencia del Gobierno Vasco, y Monika Hernando, directora de Víctimas y Derechos Humanos, desgranaron ayer estas propuestas para mejorar la capacidad de acogida e integración de las personas refugiadas, que fueron trasladadas al Gobierno central la semana pasada.
“Se estima que más de 5.000 personas han muerto en el Mediterráneo huyendo de la guerra”, señaló Fernández. Para paliar esta situación, el Gobierno de Urkullu propuso seguir la estela de la experiencia impulsada por la Comunidad laica de San Egidio en colaboración con el Gobierno italiano. A través de estos corredores humanitarios la comunidad consiguió trasladar a cientos de personas “en situación de vulnerabilidad” de manera “legal y segura”, otorgándoles un visado humanitario, informó el secretario general para la Paz y la Convivencia.
Así, explicó que el Ejecutivo vasco está preparado para poner esta medida en marcha “inmediatamente”. De hecho, Jonan Fernández añadió que podrían trasladar “a unas 50 personas” en colaboración con la Comunidad de San Egidio y de algunas entidades sociales vascas. Estos individuos serían identificados en su país de origen, posteriormente se organizaría su viaje y su llegada a Euskadi, que siempre contaría con la atención de los servicios de integración y acogida.
Llegar a los 1.000 acogidos Tras la explosión de esta crisis humanitaria en 2015, el Gobierno central asumió el compromiso de acoger a 17.228 personas mediante reubicaciones y reasentamientos, y el Gobierno Vasco manifestó su disposición de acoger a 1.000 personas. “Al final de 2016, las personas acogidas en España han sido 980. En Euskadi se han acogido 570 personas, de las cuales solo 46 procedían de reubicaciones o reasentamientos, el resto llegó al Estado por sus propios medios”, aclaró Hernando.
En este sentido, el Gobierno Vasco considera que una de las “claves” para mejorar la respuesta a esta crisis es “complementar el sistema ordinario mientras dure la excepcionalidad”. De este modo, las comunidades autónomas jugarían un “papel directo” en los procesos de acogida e integración y no serían solo “espectadores”. Para ello, sería “indispensable” una colaboración “multilateral activa” entre el Gobierno central, instituciones europeas, instituciones forales y locales, las entidades que gestionan los programas de acogida y la sociedad civil.
En el País Vasco, el Sistema de Refuerzo Complementario arrancaría con un proceso en el que cada ayuntamiento valoraría y establecería el número de personas que pueden acogerse en el municipio. “Este cálculo se realizaría basándose en el denominado Módulo Estándar de Integración, que significa la disponibilidad de ofrecer una vivienda adecuada, un recurso inmediato de aprendizaje del castellano y los servicios sociales para unas cinco personas”, detalló Fernández. Según auguró, los ayuntamientos esperan completar este proceso de valoración en el plazo de un mes. Además, estimó que el número de plazas “no estará muy distanciado de las 1.000”, tal y como anunció el Gobierno Vasco en 2015.
En el marco de esta propuesta, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu creará una estructura de apoyo para los ayuntamientos, de acuerdo con las Diputaciones vascas y las entidades sociales homologadas. Para ello, dotará de apoyo económico, cuya cuantía todavía se ha especificado, a los consistorios y entidades e implicará a todos los departamentos que tengan relación con el proceso de acogida e integración social de las personas refugiadas.
Se entregó además un segundo plan, para “ampliar” el sistema ordinario de acogida con un “refuerzo complementario”, ya que el Ejecutivo vasco entiende que la situación de los refugiados es ahora “excepcional” y requiere de medidas “extraordinarias”.
“Los procesos hay que hacerlos con seriedad y seguridad, pero aquí también hay una cierta emergencia, y no nos podemos eternizar en la toma de decisiones”, subrayó.
La idea es que en ese “sistema de refuerzo” las comunidades autónomas desempeñen “un papel directo en la canalización de los procesos de acogida e integración”, señaló Jonan Fernández durante su comparecencia ante los medios en Donostia.
El Gobierno central recibió sendas propuestas la semana pasada, pero todavía “no hay respuesta”, aclaró Fernández. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social mantiene una “comunicación fluida y constructiva” con el Ejecutivo vasco, al que trasladó que está “estudiando” las iniciativas.
Además, el secretario para la Paz y la Convivencia recordó que el lehendakari Urkullu “profundizó” durante su reciente visita a Roma sobre la experiencia de los corredores humanitarios, que permite trasladar de manera legal y segura a personas refugiadas para que, una vez en Italia, puedan tramitar su solicitud de asilo. El pasado miércoles, el lehendakari volvió a tratar “en profundidad” este asunto con los obispos de las tres diócesis de la CAV, quienes “expresaron su disposición a colaborar en esta materia”.
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