Londres presenta un libro blanco del «brexit» plagado de ambigüedad y con errores

No ofrece detalles sobre los asuntos centrales, como el futuro de los 2,8 millones de europeos que viven en suelo británico

La Voz de Galicia, RITA ÁLVAREZ TUDELA LONDRES / E. LA VOZ , 03-02-2017

El Gobierno británico publicó ayer el famoso libro blanco que había prometido sobre el brexit, un documento de 77 páginas en el que intenta desbrozar su ruta en las negociaciones con la UE, pero que destaca sobre todo por su ambigüedad ya que no ofrece detalles sobre los asuntos centrales, como el futuro de los 2,8 millones de europeos que viven en suelo británico.En lugar de explicaciones puntualizadas, mucha paja como que «asegurar el estatus actual y dar certidumbre tanto a los inmigrantes europeos como a los expatriados británicos va a ser una de nuestras prioridades más urgentes». El libro solo desvela que se introducirá un nuevo sistema para controlar la llegada de personas de la UE y que será introducido gradualmente para dar tiempo a las empresas a prepararse. Pretenden completar campos donde «hacen falta aptitudes» y dar la bienvenida a estudiantes «auténticos».«Esperamos presentar proyectos de ley separados sobre la inmigración y las aduanas», relata el documento en un intento de evitar conflictos dentro del partido conservador, cuyos diputados están muy divididos entre los que quieren que la primera ministra introduzca restricciones migratorias severas y los que no. Según el ministro del brexit, David Davis, Londres necesitará a partir de ahora ser cauteloso «con los comentarios que hace» mientras negocia con Bruselas. Prometió que habrá «un amplio compromiso con el Parlamento» y un alto grado de participación ciudadana. En su opinión, los «mejores días del Reino Unido están por llegar» y serán fuera de la UE.El documento confirma que Reino Unido se retirará del mercado único y buscará un nuevo acuerdo comercial con la UE «lo más libre y con las menores fricciones posibles». Sin embargo, las prisas en la elaboración quedan retratadas en la página 32, en la que un error tipográfico asegura que el Gobierno dará a los británicos 14 semanas de vacaciones pagadas al año, 10 semanas más de las que tienen derecho bajo el actual marco europeo.

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