Más de 2.000 subsaharianos esperan su repatriación

Islas canarias

La Razón, 20-03-2006

Santa Cruz de Tenerife – Unos 2.200 inmigrantes, de los cerca de 3.500 que
se calcula han llegado a Canarias en pateras y cayucos en lo que va de
año, permanecen en diferentes centros de internamiento de las islas, que
siguen saturados, a la espera de ser repatriados o de encontrar una
alternativa a su situación. De las 170 repatriaciones inmediatas a
Mauritania de inmigrantes que han llegado de forma ilegal a las islas,
anunciada anteayer por el Gobierno, aún no se ha fijado fecha. Las
repatriaciones contribuirán a aliviar en parte la situación de los centros
de internamiento de inmigrantes canarios, que se encuentran «a tope»
después de que en los últimos seis días hayan arribado más de 1.200
inmigrantes, según el Gobierno canario.
   El archipiélago cuenta
con tres centros de internamiento en Fuerteventura, Gran Canaria y
Tenerife, con una capacidad conjunta de 1.600 plazas, que ahora están
desbordados. Por ello, Defensa ha accedido a ceder instalaciones para
albergar al excedente de inmigrantes. El traslado en avión de
subsaharianos hacia la Península también persigue aliviar la situación de
los centros.
   En lo que va de año, algo más de 2.600 inmigrantes han
sido interceptados cuando intentaban alcanzar las Canarias. La mayor
oleada se produjo el miércoles 15 cuando llegaron 331 personas. De éstas,
224 fueron localizadas en cinco embarcaciones con destino a Tenerife y
107, a Gran Canaria.
   En las tareas detección, las islas cuentan con
unidades móviles del SIVE en Fuerteventura, Lanzarote, Gran Canaria y
Tenerife, las cuales, según la Delegación del Gobierno, serán reemplazadas
a lo largo de este año por el SIVE II, un sistema que consiste en utilizar
globos aerostáticos y aviones no tripulados que volarán a unos 400 metros
de altura para controlar la llegada de pateras.
   El portavoz del
Gobierno en Canarias, Miguel Becerra, reconocía esta semana que Canarias
no tiene capacidad suficiente para ayudar a Mauritania en la lucha contra
el tráfico de personas, por lo que pedía a Madrid que le transmitiera a la
UE la necesidad de enviar ayudas urgentes a este país africano. Del mismo
modo se expresaba días después el embajador de España en Mauritania,
Alejandro Polanco. Está claro que todos coinciden en que el problema de la
inmigración se resuelve en origen, pero, mientras, Canarias vive la mayor
oleada de inmigrantes irregulares de su historia. Tanto es así, que el
gobernador de Nuadibú, Yahya Uld Mohamed Fall, afirmaba recientemente que
más de 12.000 subsaharianos se encontraban en los alrededores de esa
ciudad portuaria de Mauritania, fronteriza con el Sahara Occidental, a la
espera de un cayuco para entrar a Europa por Canarias. No obstante, ante
la gravedad de la situación, parece que el país africano encontrará
finalmente ayuda, tal como informaba el jueves el secretario de Estado de
Exteriores, Bernardino León, quien en Nuakchot anunciaba que Mauritania
tendrá el apoyo de España y de la UE para hacer frente a la inmigración
clandestina. Precisamente, este considerable aumento de pateras y cayucos
hacia las costas canarias se debe a que ahora salen de Mauritania, después
de que la Gendarmería marroquí haya reforzado sus fronteras.
   

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