La lección que se dio al mundo
Canarias 7, , 31-01-2017A José Segura le sigue produciendo un «gran impacto emotivo» ver cómo miles de personas dejan sus hogares y se echan al mar buscando una vida mejor. Él lo vivió en primera persona como delegado del Gobierno, cuando llegaron más de 65.000 personas de manera irregular a las Islas. Ahora recoge en un libro aquella experiencia y cómo marcó las acciones posteriores.
De su etapa en la Delegación del Gobierno, José Segura dice sentirse «muy orgulloso» porque cree que, con la gestión de la crisis de los cayucos, aunque «se improvisó mucho, España dio una lección al mundo entero». Otra cosa es que el mundo la aprendiera y, por eso, mira con «inmensa preocupación» lo que está sucediendo en el Mediterráneo y en las fronteras de algunos países de Europa con la llegada de refugiados desde Siria. El «gran impacto emotivo» que le producen las escenas que ahora ve desde la pantalla de su televisor le traen a la memoria las que vivió en primera personas, entre 2004 y 2008, y que recoge en libro La inmigración irregular por vía marítima. Canarias: una experiencia, que este martes presenta en el Cabildo de Tenerife y el día 8 en el castillo de la Luz, en la capital grancanaria.
José Segura asegura que de la experiencia de Canarias con la avalancha de cayucos en esos años se aprendió mucho y que muchos de los protocolos que se empezaron a aplicar en las Islas, «con un respeto absoluto por la vida de las personas a las que se acudía a salvar en el mar», son los que ahora se emplean en el Mediterráneo. Aquella crisis de los cayucos, que tuvo su pico entre 2005 y 2008, dio lugar a una situación de emergencia humanitaria que le recuerda a lo que ocurre ahora, por eso asegura sentirse «muy preocupado por el futuro de la humanidad» y llama a acabar con la «esta desigualdad que aboca a los seres humanos a perder la vida buscando unos mejores horizontes, a los que tienen todo el derecho».
En su libro, el que fuera delegado del Gobierno entre febrero de 2004 y abril de 2008, destaca el importante papel que jugaron organizaciones no gubernamentales (ONG) como Cruz Roja en la asistencia a los inmigrantes una vez en tierra, pero también la «humanidad» con la que los cuerpos de seguridad trataron a quienes rescataban en medio del océano. Y también se esfuerza Segura en ignorar las «actitudes detestables de algunos» y las campañas xenófobas que dieron pie incluso a proponer en el Parlamento de Canarias el bombardeo de cayucos por parte de la Armada.
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