«Los extranjeros vienen cargados de sueños»

ABC, 20-03-2006


AQUEMI ALFONSO REGUERA

Cantante de zarzuela y ópera

MADRID. Aquemi ha tenido la suerte de poder cumplir su sueño: vivir del canto. Llegó a España hace casi once años, con la Ópera de Cuba, y aquí le ofrecieron un trabajo en un original espectáculo en el que hoy continúa dando el «do» de pecho. Aquemi es camarera – cantante en el Café de la Ópera, un restaurante frente al Teatro Real en el que, entre plato y plato, saca a relucir su hermosa voz con arias clásicas o populares zarzuelas españolas. Además, lo compagina con conciertos de zarzuela, la carrera de Canto y un grupo de música cubana. Estos diez años los ha compartido con Manuel, pareja sentimental y profesional, con quien tiene un hijo y otro que está por llegar.

– ¿Fue difícil dejar Cuba y venir a Madrid?

– Yo tuve la suerte de venir con el trabajo asegurado. El paso siempre es difícil, porque dejas muchas cosas atrás, pero yo no he perdido el contacto con mi familia. Aunque España es el país más parecido a América Latina, yo venía sola, con 22 años y entraba en un mundo totalmente desconocido.

– ¿Se sintió acogida?

– Por fortuna, el cambio no fue desagradable ni hostil. Al frío es a lo único que todavía hoy no me he adaptado. Diferencias hay algunas, pero muy pequeñas. Nos parecemos mucho. No me sentí como pez fuera del agua en ningún momento. No noté esas diferencias que pueden haber notado otros extranjeros de distintos países.

– Llegó hace casi once años. Entonces el fenómenos de la inmigración era radicalmente diferente. ¿Cómo lo ha percibido?

– Antes eras una cubana entre diez españoles. Ahora, en el restaurante, somos cubanos, venezolanos, colombianos y españoles. En diez años la afluencia ha sido importante; es algo normal, porque las personas tienen derecho a elegir su vida. Quizá no todo el mundo tiene la misma oportunidad. Y en estas ocasiones se les tendría que dar un poco más de ayuda a toda esa gente que viene con ilusión de avanzar. Los extranjeros vienen cargados de sueños y a eso se le debería dar mucho valor.

– Después de tantos años, ¿le ha cambiado el acento?

– Bueno, sólo un poquito. Al trabajar en la zarzuela, una profesora me recomendó que intentara cambiarlo, porque tiene textos hablados. Pero sólo hasta que doy con cubanos. En cuanto me pongo a hablar con cubanos o voy a mi casa me cambia otra vez. Aquí, además de zarzuela y ópera. También canto con un grupo de música cubana.

– ¿Va a menudo a Cuba?

– Sí, por supuesto, tengo esa posibilidad. Estuve allí en enero pasando las navidades y volví con mucha nostalgia. Se echa de menos todo. Mucho. Es parte de la vida de uno, los amigos, la familia.

– Usted ve Madrid como una ciudad…

– Creo que es una ciudad para cumplir sueños. De momento algunos de los que traía se me han ido cumpliendo. Llevo diez años aquí y no he tenido motivos para querer irme. Es una ciudad cálida y amable, llena de historia.

TEXTO Y FOTO: MIGUEL DOMINGO GARCÍA

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